Hablar acerca de educación en nuestro país se ha convertido en uno de los temas más socorridos entre los españoles, consecuencia directa de los bandazos que está dando nuestro actual sistema educativo gracias a / por culpa de (cada cual que elija la opción que prefiera) nuestros últimos gobiernos nacionales y autonómicos. El continuo cambio de normativa legal, las evaluaciones externas, asignaturas como Educación para la Ciudadanía (que en paz descanse) o Cultura Valenciana (que pronto descansará en paz, ya veréis) son objeto de discusiones interminables entre nuestros conciudadanos. Pero, sin duda, el tema estrella en estos últimos meses, el que más debates acalorados suscita es la cuestión acerca de qué jornada laboral deberían adoptar nuestros colegios.
Como profesional de la docencia en activo es un tema que me interesa, aunque solamente sea por lo que me afecta en cuanto a mi horario laboral. Y, aunque la opinión de los maestros no suele ser algo que se demande en exceso en la actualidad, de vez en cuando mis amigos me piden mi opinión al respecto, con la intención, quizás, de buscar el punto de vista de un supuesto experto que dé por zanjada, de una vez por todas, tan espinosa disyuntiva. Así pues, antes de expresar mi opinión formal, he realizado una ingente labor de documentación, leyendo cuantos artículos encontraba por Internet, viendo un sinfín de videos y contrastando experiencias, tanto a favor de la jornada continua como de la partida. Y después de analizar todos estos documentos y videos y reflexionar sobre ellos, he llegado a la siguiente conclusión: la única verdad absoluta que hay sobre la conveniencia de implantar en los centros escolares la jornada continua o la partida es… ¡que no hay ninguna verdad absoluta!
¡Qué decepción más grande! ¿Verdad? Siento mucho no poder arrojar más luz sobre el tema. Lamento no ser más esclarecedor. Ahora bien, si después de esta primera desilusión, todavía os apetece seguir leyendo este modesto artículo, voy a tratar de comentar, lo más imparcialmente posible, algunos de los argumentos que se dan tanto en un sentido como en el otro.
En primer lugar, creo que resulta extremadamente difícil generalizar y tomar una decisión única para todos los colegios y para todas las etapas. Es muy distinto plantear una jornada continua para infantil y primaria que hacerlo para Secundaria y Bachillerato. Primer problema serio, porque lo que vale para unos, puede que no valga para los otros. Por otra parte, tampoco implica lo mismo (ni de lejos) implantar la jornada intensiva en los centros públicos o hacerlo en los concertados / privados. Hay que estar dentro de cada uno de estos colegios, conocer su situación económica, social y laboral… para entender por qué se apuesta por una opción u otra. O, si no tienes la posibilidad de trabajar allí, al menos hacer el difícil ejercicio de informarse de primera mano de todo lo que una y otra organización supone, cosa que, lamentablemente, no suele ocurrir.
En segundo lugar, resulta extremadamente curioso leer los informes y estudios que se han publicado acerca de este tema. Cabe decir que, en España, son más bien pocos, la mayoría son de países extranjeros, los cuales hay que tomar con relativa prudencia porque las características de cada país son diferentes y, por tanto, no todo es importable. Y digo que resulta curioso porque no he encontrado ningún estudio “serio” y que además sea imparcial. Si el informe lo ha encargado (y pagado) alguna asociación pro jornada continua, los resultados aconsejan claramente la implantación de la misma, ya que todo son beneficios y no hay ninguna desventaja. Como curiosidad, comentaré que en una charla a la que asistí, promovida por un colegio que quería solicitar la jornada continua, y cuyos ponentes eran miembros de grupos también claramente favorables por esta opción, se llegó a comentar que se había observado que los niños y niñas que asisten a colegios en los que tienen horario de jornada continua… ¡crecen más! No llegué a oír los motivos, porque me pareció tan poco serio que me levanté y me fui (luego, me quedé con curiosidad… ¡maldita impulsividad mía!) Pero lo mismo exactamente sucede con aquellos informes redactados para centros o asociaciones que defienden la jornada partida por encima de cualquier otra consideración. Todos los datos que presenta son contrarios y no se observa ningún beneficio directo. Así pues, ¿a quién nos creemos? Está visto que toda esta bibliografía no me iba a ayudar a resolver este dilema. Siguiente opción.
Toca salir a la calle y escuchar a la gente. No hay que buscar mucho ni esperar demasiado, porque la administración educativa y los medios de comunicación afines que realizan la función de amplificadores, ya se encargan periódicamente de avivar el debate. Enumero aquí algunos de los argumentos / contraargumentos que con más frecuencia he oído:
– La jornada continua es beneficiosa para el alumnado porque tienen las tardes libres y así disponen de más tiempo para estudiar / Hay alumnos cuyos padres trabajan por las tardes y están solos, el tiempo libre lo usan para jugar a la videoconsola o para estar en el parque.
– La jornada continua ayuda a conciliar la vida familiar con el horario escolar / Eso será a los padres/madres que trabajan como funcionarios (que son una minoría), porque al resto les perjudica que su hijo esté tanto tiempo solo.
– La jornada continua propicia que las tardes se puedan completar con actividades extraescolares de aquello que menos se trabaja en las escuelas (danza, baile…) o para reforzar su aprendizaje con clases particulares de repaso / Está muy bien para todas aquellas familias que lo puedan pagar, pero… ¿qué pasa con los que no?
– La resultados académicos obtenidos por el alumnado que asiste a un colegio con jornada continua son mejores / En algunas comunidades autónomas de España sí que lo son, pero en otras son peores.
– En todos los países de Europa tienen implantada la jornada continua y sacan mejores resultados que nosotros en las pruebas PISA / Solamente la tienen implantada por ley en todos los colegios en Dinamarca, Alemania, Grecia e Italia. Los dos primeros sacan mejores resultados, pero los dos segundos, los sacan peores.
Esto son, solamente, algunos ejemplos, pero seguro que habéis oído otros muchos argumentos y sus correspondientes razonamientos contrarios que tratan de rebatirlo. En fin, que se trata de un debate interminable, en el que ninguna de las dos partes da su brazo a torcer, y en el que nadie es capaz de convencer a nadie.
Lo que me resulta más triste de todo esto es que, para algunas familias, incluso con miembros que no trabajan, el horario escolar que ofrece uno u otro centro se haya convertido en un factor diferencial a la hora de elegir dónde quieren que se eduque a su hijo. Y me resulta triste porque antepone la comodidad propia antes que otros factores mucho más determinantes, porque, como hemos podido ver, la jornada escolar no resulta un elemento esencial a la hora de obtener mejores o peores resultados académicos. Por suerte o por desgracia, merced a una inesperada (y muy controvertida) decisión de la Conselleria de Educació por la cual no autorizará la jornada continua a ninguno de los centros que lo pidan, en el próximo curso éste no será un aspecto que diferencie a unos colegios de otros. Si entre los lectores de este artículo hay algún padre/madre primerizo que está pensando dónde matricular a su hijo/a, le aconsejo que visite cada uno de los colegios en los que está interesado, que conozca su proyecto educativo, que vea qué se hace allí y con qué recursos cuenta… Seguro que todo eso es mucho más determinante para el futuro de ellos que si sale a las 14’00 o a las 17’00.
Enrique Peidro es maestro de Educación Primaria en el colegio José Arnauda de Alcoy.
Coincido al 100% × 100%. En los muchos años que me pasé en el APA, ya debatimos muchas veces esta cuestión. Los principales beneficiados y máximos defensores de la jornada partida, fueron y siguen siendo los sindicalistas. Por algo será. NY3M
Pues hasta donde yo he podido investigar, la mayor parte de los sindicatos de educación defienden la jornada continua, no la partida (por ejemplo: http://www.intersindical.org/stepv/docs/TripticJornada-m.pdf, http://www.csi-f.es/content/jornada-continua-o-como-marear-la-perdiz, https://blogjornadaescolar.wordpress.com/2010/12/12/la-verdad-sobre-la-jornada-continua-contada-por-los-sindicatos/, http://www.stea.es/jornada.htm, http://www.anpecv.es/area.php?ID_Area=7).
Y desde luego, sin entrar a valorar cual puede ser mejor para los niños, está claro que se priorizan muchas otras cosas antes que el bienestar de los alumnos (según UGT «Durante años el profesorado de primaria vio como en la mayoría de los centros sus aspiraciones de mejorar su jornada laboral…»). Muy triste.
Casi en todo de acuerdo menos en lo de la comodidad. Evidentemente es indispensable que te guste el cv del colegio, los maestros, la línea de trabajo,… Pero la jornada también es importante y no solo para los funcionarios, ya que el horario partido es infernal para muchos padres que vemos en el comedor (a veces impagable) la única solución a seguir trabajando. Creo que se debería votar en todos los colegios y llevar a cabo lo que la mayoría quiera y no continuar con una jornada obsoleta porque sí. Si la mayoría de padres la escogen adelante. Y sí, se deberían hacer estudios imparciales, aunque en un país en el que la escuela pública carece de recusos medir si la jornada afecta lo veo difícil.
Completamente de acuerdo. Y todavía hay gente que hace paralelismos con países del norte de Europa en los que, con Inviernos a 25 grados bajo cero y anocheciendo a las 16:30, pues obviamente tendrán jornada continua.
Creo que, como has comentado, el gran error es querer copiar sistemas de otros países, con características culturales, sociales, climáticas, económicas, etc., completamente particulares y diferentes.
Yo e ido toda la vida de 9 a 12 y de 15 a 17 y la verdad k para mi hijo k proximamente entrara al colegio me gustaria ese horario ya k me parece una barbaridad k un niño de 3 años o de 10 incluso tenga tantas horas seguidas de clases…. ya luego cuando se entra al instituto si pero infantil y primaria no… es mi parecer y lo k yo e vivido y lo k me gustaría para mis hijos….