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A fondo
Un viaje de ida y vuelta
A lo largo de los últimos 40 años, los medios de comunicación Alcoy han reproducido la evolución seguida por el sector a nivel nacional: de la escasez de la Transición se ha pasado a un auténtico boom, que se ha visto abruptamente cortado por la crisis
Javier Llopis - 24/02/2019
Un viaje de ida y vuelta

No somos ninguna excepción. La historia de los medios de comunicación en Alcoy a lo largo de los últimos cuarenta años es un viaje de ida y vuelta, que reproduce casi al milímetro la evolución seguida por el sector a nivel nacional. Del raquitismo y la escasez de los primeros años de democracia pasamos a un auténtico boom, cuyos efectos se han ido desinflando a causa de la autorregulación del mercado, de la crisis publicitaria y del terremoto que ha generado  internet.

Como una de las señales distintivas, hay que subrayar que tanto en los periodos de abundancia como en los de recortes, esta ciudad ha sido incapaz de generar un gran grupo de comunicación propio -ni municipal ni privado- al estilo de los que se han creado en otras localidades medias de la Comunitat Valenciana. En esta misma línea, también hay que referirse a las dificultades que han encontrado las empresas periodísticas alcoyanas a la hora de llevar su influencia al resto de la comarca, quedándose casi siempre circunscritas al ámbito estrictamente local.

Evolución
El relato de la Transición política en Alcoy lo realizan básicamente tres medios de comunicación: Radio Alcoy, el periódico Ciudad y la delegación del rotativo alicantino Información. Estas tres cabeceras viven a nivel local la profunda transformación que sufre el periodismo durante ese periodo histórico. La llegada de las primeras libertades democráticas entierra rápidamente el oficialismo que reinaba en la información y abre los medios a la  crítica y al contraste de pareceres. Es una época apasionante en la que la ciudad repasa sus numerosas deficiencias tras años de abandono institucional y en la que se fija los principales retos de futuro. Todos estos debates aparecen reflejados en unos medios a los que se va incorporando una nueva generación de periodistas y en los que el lenguaje se va transformando para hacerse más cercano al ciudadano. Radio Alcoy, asociada a la cadena SER, abre programas de intervención directa del oyente. Ciudad es adquirido por la Caja de Ahorros del Mediterráneo y abandona con rapidez los tics del pasado para entrar por la puerta grande en el periodismo moderno. Información pasa a manos privadas tras disolverse la cadena de periódicos del Movimiento e inicia una nueva etapa que estará marcada por su acercamiento a la actualidad de las diferentes comarcas de la provincia.

Es ésta una etapa de voluntarismo profesional y de altísima demanda de actualidad política en la que las empresas de comunicación todavía no han renovado sus sistemas de gestión y funcionan con unas estructuras anticuadas. En Alcoy se abren grandes debates en los que periódicos y la radio juegan un papel protagonista, generando sus propias corrientes de opinión. De aquellos años titubeantes e intensos nos queda un legado de libertad y de independencia muy difícil de igualar. Otra dato importante hace referencia a la intensa actividad cultural que vive entonces la ciudad, especialmente teatral, que aparece ampliamente reflejada en los medios. Ciudad lanza un suplemento de cultura de alto nivel, “La Casa del pavo”, una publicación abierta a firmas y a colectivos locales, que en días como los actuales resultaría impensable.

Conforme avanza la década de los noventa del pasado siglo, los medios de comunicación de Alcoy entran en una auténtica edad dorada, que se plasmará en la consolidación de las empresas ya existentes y en la aparición de otras nuevas, que intentarán hacerse un hueco en el mercado local. Ciudad aumenta su paginación y ofrece hasta cuatro ediciones semanales. Radio Alcoy intensifica su oferta informativa y su programación local. El periódico Información pone en marcha una edición de Alcoy y comarca, que ofrece cada día una docena de páginas de noticias elaboradas en su sede de la calle San Lorenzo.

La prensa provincial y autonómica intenta implantarse en la zona. El periódico La Verdad llega a montar una edición de Alcoy con una redacción estable. El Mundo dedica a la información alcoyana un amplio espacio dentro de su edición de la Comunidad Valenciana; al igual que el rotativo valenciano Las Provincias y que la edición valenciana de El País.  Se consolida el periódico gratuito El Gratis, surgido a finales de la década de los ochenta. Por lo que respecta a las emisoras de radio, la cadena Radio Color, propiedad del grupo Avidesa, hace un breve paso por Alcoy, pero cierra en poco tiempo su emisora. Se instala en Alcoy una emisora de la Cope, que acaba conformado una oferta informativa propia y convirtiéndose en alternativa a Radio Alcoy, que hasta entonces llevaba la información radiofónica en solitario.

En esta época de expansión se producen los primeros balbuceos de la televisión local. Alcoy es una plaza atípica en la que todos los proyectos han estado pilotados por grupos foráneos. Fracasan los intentos de crear una televisión de titularidad municipal y la ciudad es una excepción en el panorama autonómico: mientras en otras localidades medias de tamaño semejante se estabilizan las televisiones locales; aquí vivimos inmersos en una sucesión de apagones y de proyectos siempre impulsados desde el exterior en los que la programación alcoyana forma parte de un gran paquete en el que se incluyen noticias de otras localidades y de otras comarcas. Como una nota positiva en este sentido hay que destacar la importante presencia que tiene Alcoy y la comarca en la televisión valenciana, Canal 9. El canal autonómico ofrece un gran volumen de información sobre la zona, en el que destacan como un auténtico hito periodístico las retransmisiones de las Entradas de Moros y Cristianos.

Esta fase de vacas gordas es posible gracias a la reactivación de un mercado publicitario, que facilita la puesta en marcha de nuevos proyectos. Las instituciones juegan un papel notable en este proceso; es un tiempo de bonanza económica para las arcas públicas en el que ayuntamientos, diputaciones y Consell  dedican cantidades muy importantes a publicidad institucional y al patrocinio de diferentes iniciativas periodísticas. El periodismo alcoyano atraviesa una etapa de expansión y las plantillas crecen en personal hasta niveles desconocidos, viviendo la profesión periodística el que es, sin ningún género de dudas, el mejor momento de su historia en cuanto a contrataciones y a condiciones laborales.

Este gran entramado mediático se va desmoronando poco a poco a partir del inicio del nuevo siglo, conforme avanza la crisis publicitaria y la competencia digital. Algunas de estas iniciativas caen rápidamente por falta de realismo en sus planteamientos iniciales y otras resisten como pueden el embate de los malos tiempos a base de recortar personal y contenidos. A partir de la gran crisis económica de 2008, Alcoy prácticamente desaparece de la prensa provincial y autonómica. El periódico Información, el único que mantiene actualmente su delegación, acaba suprimiendo su edición alcoyana y en este ambiente de recesión se produce una noticia que es un auténtico mazazo para el sector: cierra el periódico Ciudad, tras más de 60 años de historia manteniendo una redacción estable y ejerciendo de forma ejemplar el periodismo de proximidad. A nivel local, se reproduce la misma situación que están viviendo las cabeceras nacionales y regionales, en las que se suceden los expedientes de regulación de empleo y los descensos vertiginosos en las ventas. El abrupto cierre de la televisión autonómica es un duro golpe psicológico que se añade a los antes descritos. Con el apagón de Canal 9 crece la sensación de que Alcoy y la comarca apenas si tienen relevancia periodística de cara al exterior. La aparición de El Nostre, cabecera resucitada del histórico Ciudad, es la única noticia positiva en medio de un panorama de empobrecimiento general de la comunicación en la ciudad. Las radios, por su parte, resistirán mejor estos momentos difíciles haciendo gala de una capacidad de adaptación a las nuevas realidades de la que carecen los medios escritos y las televisiones. No obstante, las emisoras locales se resienten como todos los medios de comunicación del descenso de la facturación publicitaria y se ven obligadas a ajustar al máximo sus plantillas.

En medio de esta fortísima crisis empieza a abrirse camino en Alcoy el periodismo digital. Cabeceras como Aramultimedia o Página 66 dan los primeros pasos en un sector, al que después se sumará Tipografía La Moderna con unos contenidos más culturales que periodísticos. La ciudad vive una efímera pero brillante fiebre bloguera.  El periódico Información refuerza su edición digital hasta convertirla en una oferta de gran peso informativo y Radio Alcoy pone en marcha una potente web con toda la actualidad del día. El nacimiento del periodismo de internet en Alcoy es complejo y balbuceante, ya que se produce en medio en el peor momento de la crisis y con unas empresas que se han de enfrentar a un mundo desconocido en el que todo está por estrenar. Se trata de proyectos de autoempleo, puestos en marcha por periodistas, en los que se han tenido que explorar nuevos territorios publicitarios y nuevas formas de conseguir la implantación entre los lectores. Estamos ante una aventura recién iniciada, que nace con la voluntad de convertirse en una alternativa a los medios tradicionales, pero que aún presenta muchas dudas en sus formas de gestión y en su futuro.

Contenidos
Si la historia de estos 40 años de periodismo en Alcoy se parece mucho al viaje de ida y vuelta que han vivido el resto de los medios de comunicación del país; a la hora de analizar los contenidos sí surge un hecho diferencial, un universo particular estrictamente local cuyas claves han sido asumidas por los profesionales y las empresas del sector, hasta hacer un producto netamente alcoyano pensado casi exclusivamente para el consumo interno. Esta peculiar forma de encarar la actualidad ha hecho que los medios de Alcoy se hayan encontrado con graves dificultades para acometer una expansión comarcal, impidiendo que aquí se reproduzcan modelos comarcales que se desarrollan con total normalidad en otras zonas de la provincia, como la Marina Alta o la Vega Baja.

Alcoy es una ciudad encerrada en sus propios debates, en la que se maneja un número muy limitado de temas públicos. Los medios de comunicación han seguido durante años esta tendencia y cuestiones como el polígono industrial de La Canal, la recuperación del casco histórico, el modelo de ciudad, el futuro de la línea férrea Alcoy-Xàtiva  o el proyecto de hotel de la Font Roja han llenado los espacios informativos durante décadas. Como fenómeno estrictamente local hay que referirse al peso desproporcionado que ha tenido desde siempre la información sobre las Fiestas de Moros y Cristianos. Vale la pena recordar un hecho que forma parte ya del anecdotario periodístico: durante la denominada guerra del calendario festero, corría el año 1997, los periódicos alcanzaron sus máximas cifras de difusión y no era extraño que las ediciones de la prensa provincial se agotaran en los kioscos a las nueve y media de la mañana.

El consumidor alcoyano de noticias tiene una querencia incontrolable por las polémicas locales. Cuestiones aparentemente secundarias, como un error en una obra o un conflicto en algún acto público, se convierten de forma inmediata en temas de primer rango informativo y en catalizadores de poderosas corrientes de opinión. Los medios de comunicación se han sumado a estas particulares guerras, provocándose situaciones que resultan del todo incomprensibles si se ven desde el exterior y que sólo pueden ser entendidas en una clave exclusivamente local.

Este especial ombliguismo temático también ha tenido su cara más positiva. Los medios de comunicación alcoyanos han asumido durante décadas la voz de la reivindicación para que se subsanaran las principales carencias de la ciudad, marcándoles el camino a los políticos en muchas ocasiones. El papel jugado por los periódicos y las emisoras de radio en la exigencia de la terminación de la autovía central es un ejemplo claro de esta forma de actuar, ya que los periodistas han vigilado al detalle el desarrollo de esta obra estratégica y han contribuido con su presión constante a que su terminación fuera considerada como una exigencia general por parte de toda la ciudadanía. En cuestiones como ésta, el periodismo alcoyano ha jugado perfectamente su papel de convertirse en el portavoz de una sociedad.

Potencial económico
La falta de un gran grupo empresarial de comunicación en Alcoy es otra circunstancia excepcional, que responde a las características del tejido económico de esta sociedad. Las empresas más potentes de la ciudad han pertenecido tradicionalmente a la industria manufacturera exportadora. Este sector, que destina la totalidad de sus ventas al exterior, no ha necesitado ejercer ningún tipo de influencia a nivel local y esta circunstancia ha hecho que su relación con los medios de comunicación se pueda definir como un apoyo casi testimonial. En otras ciudades valencianas de tamaño medio como la nuestra en las que la economía está basada en el sector servicios sí se ha producido este intervencionismo empresarial, creándose grupos multimedia con televisión local, periódico de papel y emisora de radio, que se encargaban de apoyar los intereses de sus promotores y de crear corrientes de opinión a su favor.

La falta de fuentes de financiación estables ha hecho que la comunicación en Alcoy haya estado en manos de empresas pequeñas o familiares, recurriéndose en otros casos a la entrada de grupos foráneos. Esta doble circunstancia ha tenido una consecuencia positiva y otra negativa. La pymes periodísticas están muy enraizadas en la realidad alcoyana y ofrecen a su público un producto de cercanía, cuyo nivel de compromiso con la realidad local no se puede alcanzar desde una gran conglomerado empresarial externo, en esto son ejemplares empresas como Radio Alcoy y Ciudad. Por lo que respecta a las empresas de fuera, su aparición se ha traducido en la mayor parte de los casos en una fuerte inestabilidad, que ha supuesto poca continuidad en sus proyectos.

Futuro
Como en el resto del mundo, los medios de comunicación de Alcoy viven un periodo complejo. El sector está metido en una encrucijada y su futuro está lleno de incógnitas. Enfrentado a la inmensa potencia de las redes sociales y de la competencia digital, que en cuestión de minutos son capaces de hacer vieja una noticia, el periodismo de proximidad busca salidas para garantizar su viabilidad económica y su continuidad. Está claro que siempre habrá demanda de información local, lo que ya es más complicado es establecer las fórmulas empresariales con las que se canalizará esa oferta. Se ha roto el marco tradicional de las relaciones entre el consumidor de información y la empresa periodística y nadie sabe en qué escenarios estaremos moviéndonos dentro de una década.

La historia nos dice que Alcoy es una plaza que siempre ha contado con un importante protagonismo de los medios de comunicación, que han formado parte de su día a día y que se han convertido en un valor añadido importante en todos sus debates. La ciudad puso en marcha en los años 30 del pasado siglo una de las primeras emisoras de radio de España, Radio Alcoy, y alumbró en pleno franquismo un periódico, Ciudad, que se convirtió en un referente para el periodismo local de toda la Comunitat Valenciana. Casos como estos nos confirman que por encima de crisis económicas, de cambios de formato y de revoluciones tecnológicas, los medios de comunicación tendrán siempre un papel en esta sociedad inquieta y preocupada por sus grandes temas de debate. Sólo el tiempo nos dirá que forma tendrán esos proyectos de futuro. Su existencia ni siquiera se discute.

Artículo publicado en la Revista Eines.

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