Aunque con toda seguridad Eradio Ezpeleta, director gerente de la Agencia Navarra de Emergencias, no es el primer cargo público al que la desgracia coge con el pie cambiado en un spa en Portugal o en una playa del Caribe, seguramente sí será el primero que no pudo atender sus obligaciones por encontrarse desfilando en las fiestas de moros y cristianos de Alcoy, no se sabe si en la Entrada Cristiana, en una ‘entraeta’ o ejerciendo de maldito en la Retreta.
Al menos así lo denuncia el diario digital ‘Noticias de Navarra’ en su edición del lunes 27 de abril. “Está llevando todo el Ministerio de Asuntos Exteriores desde Madrid”. “Perdona estoy en pleno acto de fiestas… desfilando…”. Ésta fue la respuesta, vía WhatsApp del director gerente de la Agencia Navarra de Emergencias (ANE), Eradio Ezpeleta, a Roberto Rubio, director de la ONG Salvamento Ayuda y Rescate (SAR), cuando pedía colaboración para formar equipos de ayuda para Nepal.
‘Es cierto – continua el mencionado diario – que la polémica protagonizada por, Eradio Ezpeleta, desentendiéndose de la puesta en marcha del protocolo de ayuda de Navarra a los afectados por el terremoto de Nepal pudiera ser una anécdota más de la mala calidad profesional que muestran determinados altos cargos designados a dedo por los aparatos de sus partidos. Pero tanto la excusa que amparó el despropósito -se encontraba desfilando en las fiestas de moros y cristianos de Alcoy- como los rápidos intentos de movilización de los equipos de rescate de los cuerpos especializados en Navarra y de las ONG que trabajan sobre el terreno en el país del Himalaya terminaron dejando más en evidencia la actitud de Ezpeleta.’
El periódico digital navarro valora en términos muy críticos la actitud de este político afirmando que: ‘En todo caso, no es sólo esa actitud de escaqueo de sus obligaciones políticas por las que cobra mensualmente una buena nómina pública lo más lamentable de este episodio, sino la falta de responsabilidad a la hora de atender, desde Navarra y con las limitadas posibilidades humanas, materiales y económicas que se pudieran aportar, las demandas de los afectados y víctimas, independientemente de que hubiera atrapados en ese caos ciudadanos navarros o no los hubiera, por el drama de un terremoto con la inaceptable excusa de estar de fiestas en Alcoy.’