En los partidos fascistas y racistas de ultraderecha también se cuecen las habas de las divisiones internas. El anuncio de que en Alcoy se ha fundado y se instalado la sede española de la formación griega Amanecer Dorado ha sido contestado en una presunta página oficial de Twitter de este partido, que desmiente los hechos y señala que “Amanecer Dorado no ha llegado a España, sólo han cogido nuestro nombre y lo han fundado sin legalidad alguna, falta aprobación del partido”.
Mientras arrecia la polémica en torno a la legalización y la ubicación en Alcoy de este partido neonazi y mientras desde EU se anuncia que se pedirá su ilegalización, el asunto entra en una nueva fase. Los supuestos representantes de la franquicia en España niegan cualquier vinculación con sus colegas alcoyanos y los acusan de haberse apropiado del nombre Amanecer Dorado sin ningún tipo de permiso de la dirección del partido, que se supone que está en Grecia.
Asistimos pues a una singular disputa por el dudoso honor de ostentar la representación de una fuerza política, que rechaza los principios más básicos de la democracia. Sea quien sea el que tenga la razón, en este caso concreto tan nefasto es el original como la copia.