En el resto del mundo de habla castellana o catalana, la gente va al supermercado del barrio y compra cosas. En Alcoy, no. Desde la noche de los tiempos y no se sabe porqué extraño misterio fonético, los alcoyanos crompamos.
El verbo crompar es una de nuestras grandes aportaciones a la lingüística internacional. Dicen los expertos estructuralistas que esta singular deformación se debe a un cierto sentimiento de rechazo provocado por la acumulación de demasiadas consonantes juntas en una misma palabra. Aunque esta maravillosa variante autóctona ha sufrido un importante retroceso en los últimos años, especialmente entre las capas más jóvenes de la población alcoyana, las señoras mayores de más de 75 años de edad todavía siguen crompando con absoluta normalidad.
Del verbo crompar ha surgido una de las palabras más maravillosas del vocabulario alcoyano: crompaora, en referencia a la mujer que se encuentra en estado avanzado de gestación.
agarra’t els matxos que mon pare encara ho fa més complicat: ell diu «cromprar», per exemple en «ves a cromprar cocletes» (o diu «clocletes»?)