El Swinging London de los años sesenta le legó al mundo de la moda la emblemática minifalda. Los raperos del Bronx nos trajeron los pantalones cagados, una prenda de gran comodidad que puso en valor la humilde gomilla del calzoncillo. La película “Rebecca” de Alfred Hitchcock convirtió en complemento imprescindible para cualquier mujer esa sutil chaquetilla de punto, que adorna para siempre las noches de frescoreta. Como no podía ser de otra forma, Alcoy –ciudad emprendedora y textil donde las haya- también ha hecho una aportación de gran calado al mundo del vestuario internacional; se trata -nada más y nada menos- que del alcoyanísimo conjuntet.
En principio, se considera conjuntet cualquier combinación de dos o más prendas de ropa, que hayan sido creadas pensando en que formarán un todo, ya sea por su diseño, por su colorido o por su estampado. Las variedades de conjuntet son casi infinitas: falda y blusa, pantalón y camisa, pareo y bikini, traje completo de marinerito con gorrito incluido para el niño o combinación playera para el papá con pantalón corto y camiseta a rayas con un ancla bordada. Grandes diseñadores de moda y filósofos de fama internacional han coincidido en señalar que no existe el conjuntet formado por una sola unidad, ya que en este caso estaríamos hablando de una falda, de un pantalón, de una blusa o de una chaqueta de las de toda la vida.
Una vez aclaradas las cuestiones estéticas y matemáticas, hay que subrayar que el invento del conjuntet tiene un especial impacto en el mundo de la moda femenina e infantil. Los varones alcoyanos, dada su proverbial sosería indumentaria, suelen evitar estas propuestas arriesgadas y coloristas por temor al qué dirán. Hay conjuntets de verano, de invierno y de entretiempo. Hay soluciones conjunteras para todas las épocas del año, aunque la fantasía y la creatividad se disparan especialmente en los periodos más cálidos del año.
Aunque el uso del diminutivo pueda inducirnos a confusión, hablar de conjuntets no implica hablar de ropa barata de baja calidad. Bajo el paraguas de este concepto indumentario se incluyen todos los niveles de la escala económica, desde las prendas de alta costura a las adquisiciones realizadas en un mercadillo de playa. Los emblemáticos trajes chaqueta de Chanel, que lucía Jackie Kennedy, habrían recibido en Alcoy la denominación de conjuntet sin que esto hubiera supuesto desdoro alguno para la ex primera dama de los Estados Unidos.