Palabra sonora (casi una onomatopeya) que nos sirve a los alcoyanos para definir una cosa fea, grande, aparatosa y molesta. El concepto motroco tiene una carga altamente negativa. Los badenes reductores de velocidad que ahora se colocan en todas las ciudades de España nacieron motrocos y morirán motrocos. También se utiliza el término para construcciones arquitectónicas poco afortunadas,la Generalitat de la época derribó el coqueto hotel de la Font Roja y lo sustituyó por polémico edificio, que en cuestión de días recibió el título de motroco. La palabreja es extensible también al diseño de interiores, recibiendo la denominación de motroco todo tipo de muebles antiguos heredados de la abuela que rompen la decoración de una casa. Las esculturas excesivamente modernas se acogen también a esta categoría, nuestras rotondas están llenas de motrocos incomprensibles. También su utiliza en el mundo de la Fiesta y no es raro que algún tocado de alguna escuadra de negros especialmente desafortunada reciba esta dura descalificación: no me ha gustado nada la escuadra de la Filà d`Enmig, llevaban en la cabeza un motroco que no sé ni cómo podían andar.
En contadísimas ocasiones, esta palabra se utiliza en sentido metafórico. En los años setenta, cuando partían la pana los pantalones de campana apretados en la parte de la entrepierna, no era raro escuchar expresiones del estilo: “Quin motroco se le veía a Juanin el altre dia mentre ballava en el Suleyca”.