Con esta palabra designamos los alcoyanos a las personas (ya sean hombres o mujeres) caracterizadas por ser excepcionalmente morenas y por su reducida estatura. Los lingüistas no acaban de tener demasiado claro si el término negrelló se usa con intenciones cariñosas o con intenciones despectivas.
El concepto sirve para describir a alguien absolutamente renegrido, desde la punta de los pies al último pelo de su cabeza. También abarca cuestiones relacionadas con el tamaño del sujeto, ya que un negrelló alto suele recibir siempre el calificativo de morenazo o de morenaza. El clásico negrelló alcoyano es casi un mulato y sufriría grandes problemas para hacer vida normal en la Sudáfrica del Apartheid o en uno de esos estados racistas del sur de Estados Unidos en los que se todavía se mira con cierta reticencia a todas aquellas personas que no tengan la piel de un blanco lechoso.
Antes de entrar en materia, hay que dejar claro un hecho importante: el negrelló nace, no se hace. Esta contundente afirmación excluye de este peculiar subtipo racial a personajes como Eduardo Zaplana o la ex ministra de Sanidad Ana Mato, cuyos bronceados perpetuos son el fruto trucado de largas sesiones de Rayos Uva o de placenteros viajes en yates de lujo pagados por algún constructor fullero. La negrellonez es un don o un castigo de la Naturaleza que viene de serie cuando uno llega al mundo en el Hospital Virgen de los Lirios.
El negrelló alcoyano suele ser una persona viva de carácter y muy alegre. Es la chispa de la fiesta y el animador principal de veladas con los grupos de amigos. Aunque se han dado casos, es muy rara la existencia de negrellons somordos o posmes.
No suele ser un personaje conflictivo, salvo en casos excepcionales. El nacimiento de un hijo negrelló fruto de un matrimonio formado por dos personas rubias y de tez nívea, suele dar lugar a todo tipo de comentarios maliciosos. Aunque siempre aparece alguien dispuesto a salvar la incómoda situación afirmando que el bebé “es calcadito a la tía Matilde, que también era un negrelló y muy buena persona”.