El verbo peleant pertenece al grupo de palabras conocidas en la Gramática Alcoyana como palabras mixtas, transpalabras o, sencillamente, palabros. Grupo en el que se incluyen todos aquellos vocablos formados por amachambramiento de dos palabras originales, habitualmente una procedente del catalán y la otra del castellano. Como por ejemplo: Berengenes suma de albergínies y berenjenas. Teixat de teulada y techumbre. Testic de testimoni y testigo o Cantón del Piñon suma del topónimo Cantó del Pinyó con una cantidad ingente de flato.
El verbo peleant sería pues la suma del gerundio del verbo catalán lluitar (mantener un combate sin armas entre dos personas) con el castellano pelear (combatir o contender con armas). Y vendría a significar una lucha con armas, o sin ellas, que supone un gran esfuerzo para obtener una cosa o evitar algún mal.
La variedad de matices y significados que permite la palabra han acabado trascendiendo su función verbal y convirtiéndola en una muletilla de uso común que igual sirve para un roto que para un descosido, capaz de dar respuesta a casi cualquier pregunta: Cóm estàs? Peleant. Què fas? Ací peleant. On vas? A vore si peleem una miqueta. D’on vens? De pelear. Com et va la vida? Sempre peleant. Com creus que es va originar l’univers? Amb dos particules que estaven peleant (o pelejant)
Por cierto, la pelea no tiene por qué ser con un rival de la misma especie sino que se puede hacer extensiva a cualquiera de los tres reinos de la naturaleza: animal (peleant amb el gos a vore si pixa) vegetal (peleant a vore si puc pelar el plàtan) o mineral (peleant amb la pedra que se m’ha ficat en la sabata). También a objetos inanimados (peleant amb l’ordinador) o inmateriales (peleant per la feina, peleant amb una malaltia)
Lo cual no supone ningún problema siempre que la palabra se utilice entre personas familiarizadas con la expresión que comprendan que ese peleant no se refiere a una contienda física sino más bien a una lucha por la existencia. Una especie de pulso que los alcoyanos mantienen con el proceso de selección natural a fin de perpetuar la supervivencia de su raza con su pack de idiosincrasia y de tradiciones.
Pero conviene ser prudente cuando se utiliza con personas extranjeras o ignorantes del significado de la expresión, pues podría transimitrise la equívoca sensación de que Alcoy es una especie de tatami y que los alcoyanos nos pasamos el día cual luchadores de sumo, enzarzados en peleas y discusiones estériles, de espaldas a la realidad y con el culo al aire. Cosa que, quitando del asunto de las mujeres y la Fiesta, la polémica elección de los cargos del Casal, las fechas del Calendario, el Hotel de la Font Roja, la urbanización de Serelles, el modelo de ciudad para el futuro, el destino de Alcoinnova, la peatonalización del centro, la relevancia de Ovidi Montllor o la denominación del Barranc del Cint no es sólo falsa sino que es totalmente incierta.