La pellorfa, en catalán, perfolla, en castellano (de la que deriva el verbo desperfollar que no tiene nada que ver con lo que ustedes están pensando) es el nombre que reciben las hojas secas que protegen algunos cereales como la espiga del arroz o la panoja de maíz.
Por extensión se refiere a toda piel (pell) que a causa de la edad, de los malos hábitos alimentarios, del exceso de bebidas gaseosas o por cualquier otra razón ha quedado huérfana (orfena u orfa) y falta de la sujeción que le proporciona el músculo. Se puede decir, por tanto, que pellorfa es toda aquella piel fláccida y sin consistencia que se desparrama por la anatomía de las personas en la zona comprendida entre el cuello y las ingles.
En cambio el corfoll, (pronunciado koɾfóʎ) palabra que deriva de corfa, que es la piel dura de algunas frutas y frutos, es la forma que los alcoyanos (al igual que los habitantes de Sort, Xàtiva i Ador) tienen de denominar a cada una de las capas que componen una cebolla. Sustantivo que, por simpatía, ha pasado al mundo de la moda designando todos aquellos complementos: bufandas, pañuelos, chales, toquillas, ponchos, abrigos, corbatas, chaquetas, sobrepellices, cotas de malla y accesorios en general, que se añaden a la indumentaria femenina o masculina para mejorarla o, en algunos casos, para disimular (y en otros para ocultar completamente) el perímetro anatómico de el/la que los lleva.
RESUMEN.- Las pellorfas y corfolls son como el yin y el yang de la indumentaria. La capa interior y la exterior que recubren la esencia de las personas humanas. Distintas, complementarias y, a la vez, directamente proporcionales puesto que cuanto más pellorfas son necesarios más corfolls para disimularlas.
AVISO LEGAL.- Los derechos de este artículo están registrados, incluyendo el título. En el supuesto de que algún músico alcoyano desee componer un pasodoble o marcha cristiana con el nombre de ‘Pellorfes i corfolls’ para utilizarlo en el ámbito de los Moros y Cristianos donde tanto las pellorfas como els corfolls gozan de gran predicamento; deberá ponerse previamente en contacto con la editorial.