¿Qué significa perrafernalia, palabra fonéticamente hermana de parafernalia pero de uso exclusivo en Alcoy? ¿Qué quiere decir un alcoyano cuando, un veintidós de abril tras el desfile de la entrada mora, grita a los cuatro vientos: ‘xe quina perrafernalia més gran han tret al boato els Benimerins? ¿Se refiere acaso a que el caudillo de la media luna ha sacado a la calle una horda de perros infernales como los que resguardan la entrada al inframundo a los muertos y las almas perdidas?
¿Está rindiendo un secreto pero sentido homenaje rollo ‘amic dels meus amics’ a ‘Las perras del infierno’, grupo femenino formado en Pamplona en 2002 con aires punk y letras tan cautivadoras como ‘Somos las perras’, ‘Me gusta ser una perra’ o ‘Polvo salvaje’? ¿O acaso está publicitando sutilmente la novela de Beatriz Cepeda ‘Perra de Satán’ que no te ayudara perder ni un gramo pero que puede hacerte tan feliz como comerte un trocito tras otro de tarta de tres chocolates?
Probablemente no porque la perrafernalia alcoyana, como la parafernalia castellana, o la parafernàlia catalana hace referencia al conjunto aparatoso de elementos rituales o decorativos que rodean un acto o a una persona (véase Flato) cuyo significado original proviene de las palabras griegas παράφερνα (al margen de’) y φερνα (dote matrimonial) que designan al conjunto de bienes propios de la esposa aportados al matrimonio y que ésta tradicionalmente mantenía en caso de disolución, excepto en el supuesto de que su marido fuera militante de VOX.