¿Qué quiere decir una mujer octogenaria a su marido nonagenario cuando tras cincuenta años de matrimonio y de mala vida en común le espeta con rabia: ¡Què ganes tinc de que et radien!? ¿Le manifiesta su deseo de que se propague desde su sillón al infinito (una especie de multiplícate por cero) cual onda sonora o electromagnética? ¿Desea verlo, sometido a un bombardeo de partículas atómicas ? Puede que un poco de ambas cosas.
Pero sobre todo lo que ansía fervientemente esta anciana alcoyana es la radiodifusión de su marido. Ante lo que cabe preguntarse ¿Es posible con los medios técnicos actuales y fuera del universo de Star Trek transportar a alguna persona, animal o cosa a través de ondas electromagnéticas? No. Ni falta que hace. Porque esta señora al borde de un ataque de nervios no quiere tele transportar a su marido a ninguna parte lo que quiere es oír su nombre cuanto antes en la radio.
Y ¿en algún programa concreto? Se preguntarán. Pues sí. Concretamente en ese programa de noticias breves que comúnmente Radio Alcoy suele dar tras los informativos de la mañana cada hora, entre las 8 y las 14:00, conocido como Notas Necrológicas.
En resumen, cuando una alcoyana le dice a un alcoyano: ¡Què ganes tinc de que et radien! lo que en realidad le está diciendo es quiere es escuchar su nombre en las necrológicas, o lo que es lo mismo, que quiere verle muerto, a dos metros bajo tierra, criando malvas, estirando la pata, yéndose al otro barrio etc. Eso sí de una manera tan refinada, sutil y perversa como la mujer de aquel chiste que decía. ‘Querido, quiero llevarte al mar muerto’. ‘Qué bonito viaje’ – respondía él- ‘No me has entendido’, concluía ella.