La figura de Francisco Verdú estuvo presente durante el interrogatorio judicial de Rodrigo Rato por el caso de las tarjetas opacas. Según relata el periodista Ernesto Ekaizer en su blog de El País, el juez le preguntó al ex ministro si sabía por qué el banquero alcoyano no había utilizado nunca este sistema de obtención de fondos. La respuesta de Rato fue para nota y dejó sorprendido al mismísimo magistrado.
Este es el párrafo entero del artículo de Ekaizer sobre el extraño diálogo entre el juez y Rodrigo Rato.
Hay algunas escenas, por así decir, de la declaración de Rodrigo Rato del jueves 16 de octubre que son impagables, porque muestran su manera de defenderse y la actitud del juez Fernando Andreu.
Una de ellas corresponde a cuando Rato es preguntado por el consejero delegado, Francisco Verdú, que no hizo uso de su tarjeta black.
Verdú fue fichado por Rato como número dos, consejero delegado, el 20 de mayo de 2011. Venía del sector. Cuando recibió la oferta era vicepresidente de Banca March. De hecho se puede decir que Verdú ocupó el puesto que Rato le había ofrecido a José Ignacio Goirigolzarri en dos ocasiones, sin éxito.
Antes de levantar el telón sobre la escena que vamos a narrar unas palabras sobre el consejero delegado que contrató Rato.
Verdú, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Alicante y MBA por la Universidad de Chicago, exhibía una experiencia profesional de más de treinta años en banca comercial y había vivido en primera persona en el grupo Banco de Vizcaya-BBV, la integración de las entidades que formaron el grupo Argentaria (Caja Postal, Banco Exterior, Banco de Crédito Local).
Esa fue, precisamente, la cualidad que destacó Rato sobre su nuevo fichaje. «A lo largo de su dilatada experiencia en algunas de las principales entidades bancarias españolas, Francisco Verdú ha demostrado una extraordinaria capacidad para integrar equipos y redes bancarias y un rigor ejemplar en la gestión de riesgos», dijo el entonces presidente de Bankia.
Bien.
El contrato de Verdú incluía un sueldo fijo anual de 1,7 millones de euros y un variable garantizado en su primer año que no podía superar el 60% de la retribución total.
Verdú, por tanto, ganaba bastante menos, un 40% menos, que su jefe.
Rato percibía 2,34 millones de euros.
Bien.
Vayamos a la escena.
El juez Fernando Andreu pregunta: Su consejero delegado, el señor Verdú no utilizó la tarjeta. ¿Sabe usted por qué?
Rodrigo Rato: Bueno, no sé, el señor Verdú no tendría por su sueldo problemas de liquidez…
El juez: .. Y usted, que ganaba mucho más que el señor Verdú, tenía problemas de liquidez y usaba la tarjeta…
Rato se quedó perplejo por la lógica del juez.