Llevo varias semanas de promoción de la película en festivales y ruedas de prensa y, forzosamente, siempre acabo contando lo mismo. Así, explico de qué va la película o anécdotas del rodaje o intencionalidades del proyecto… Pero en este artículo, voy a ser más directo y voy a explicar simple y llanamente las razones por las que he rodado la película titulada “Blockbuster”…
Porque actores de raza como Juan Luis Galiardo o Sancho Gracia me marcaron cuando yo intentaba (y sigo intentando) abrirme paso en el difícil mundo del cine en Madrid. Y para esos actores de toda la vida, que necesitaban la actuación como el respirar, va dedicada esta película.
Porque escribí el guión en uno de los peores momentos anímicos que he pasado en mis 38 años de existencia. El dolor, el sufrimiento y las cicatrices forman parte de nuestra vida. Por eso, quería reflejar esa sensación en el papel, primero, y en la pantalla, después.
Porque después de realizar una primera película de encargo (“Carne Cruda”) necesitaba cambiar de aires y hacer algo verdaderamente personal. “Blockbuster” es lo más personal que he hecho nunca.
Porque quería trabajar con actores que yo siempre he admirado como Manolo Zarzo, Luis Varela, Fernando Esteso o Jesús Guzmán. Cuando era un niño, les veía en las películas que alquilaba en el videoclub y, años después, han sido mis compañeros de viaje.
Porque quería rodar en blanco y negro, aunque sea una opción tan arriesgada como minoritaria. El blanco y negro no interesa, ni en cine, ni en televisión pero creo que da la melancolía y la nostalgia propias de esta película.
Porque quería rodar a la manera del cine clásico español. Cámara bastante estática, con movimientos elegantes, encuadres fijos, primeros planos… Un tipo de cine en el que la cámara debe pasar lo más inadvertida posible. Lo importante es lo que transmiten los actores, tal y como ocurría en el cine clásico.
Porque quería rendir un homenaje a una generación de actores irrepetibles y a la figura del siempre infravalorado actor secundario. Me gustaría que muchos jóvenes aficionados al cine descubrieran a estos monstruos de la interpretación, que forman parte, por derecho propio, de la Historia del Cine Español.
Porque creo que las historias para gente mayor también tienen cabida en el cine. Por esa razón, me siento muy satisfecho cuando veo que la gente de edad se emociona y llora y ríe con la película. En este mundo tan impersonal en el que vivimos, con una sociedad tan egoísta como la actual, creo que deberíamos reflexionar sobre el poco sitio que hemos dejado a nuestros mayores. Esta película habla del ocaso de la vida, del final del viaje, de qué hacer cuando no se puede hacer nada…
Esas son algunas de las razones que me llevaron a embarcarme en una aventura tan apasionante como agotadora. Ahora, la obra ha llegado a los cines y los espectadores pueden unirse a los veteranos protagonistas de la película en su último viaje.