El mercado veraniego de fichajes políticos está que arde. Tras el fuerte enfrentamiento entre populares y Ciudadanos por la contratación de Rafa Peralta como secretario del grupo municipal de Sedano sin que el hermano Miguel Peralta hubiera abandonado la militancia popular, ambos partidos han llegado a un acuerdo salomónico. El antiguo jefe del gabinete de la Alcaldía trabajará a las órdenes de Sedano en calidad de cedido y con derecho a compra, ya que al final de esta legislatura los dirigentes alcoyanos del partido de Albert Rivera decidirán si se quedan con él a la vista de los resultados obtenidos o si lo devuelven a las filas de Rajoy.
Esta operación se completa con la cesión al equipo popular de dos valiosos canteranos de Ciudadanos: Mario Santacreu y Lucía Granados. Se trata de dos mediovolantes con gran capacidad de adaptación a diferentes posiciones en el campo: pueden jugar de concejales de Fiestas, de Educación, de tránsfugas cabreantes o de líderes de partido centrista y regeneracionista. Los expertos destacan su capacidad de desmarque y su habilidad para decir hoy una cosa y mañana, la contraria.
Respecto a futuro de Rafa Peralta, diferentes fuentes han señalado a “Más falso que un Judas” que todo parece indicar que este jugador acabará quedándose en las filas del sedanismo. Dirigentes del partido afirman que están dispuestos a pagar la modesta clausula de retención que fijó el PP de Rafa Miró para este veterano político: cincuenta euros y dos tapas de calamares a la romana del bar Mamella.
Hay que señalar que todas estas operaciones han sido realizadas por el conocido manager internacional Miguel Peralta, antigua figura del PP valenciano, que en los últimos años se ha convertido en el más potente intermediario del mercado político del centro derecha provincial y aledaños.