Ante la falta de soluciones públicas a los desprendimientos en la ladera del cauce del río acaecido a comienzos de año, hecho que motivó la inhabitabilidad de los locales de cinco filaes, la Asociación de San Jorge ha activado su protocolo de emergencia TACHIN-DEF-CON2 y ha comenzado la instalación de un campamento estable en la plaza de Al-Azraq para dar cobijo a las filaes Llana, Realistas y Abencerrajes.
Según ha declarado Felisberto Hernández Carbonell Vice-mayoral segundo de RES (Ropería, Emergencias y Servicios sociales): ‘se ha escogido esta ubicación porque el aspecto general de la plaza recuerda lugares inhóspitos como el Sahel o el Serengueti, hábitats comunes de las aguerridas tropas mahometanas; aparte que el extenso territorio yermo y baldío de la plaza es idóneo para el enfrentamiento -ya sea teatralizado ya real- de batallas entre los adalides cristianos y las huestes de la media luna’.
‘No está tan clara, en cambio, la ubicación de las tropas cristianas’ – ha continuado el vice-mayoral segundo – ‘lo más probable es que los Andaluces acampen en la confluencia de la calle Escultor Ridaura con la Avenida Andalucía, por razones obvias. En cambio los Montañeses no tienen todavía decidido si van a instalarse en las inmediaciones del Castell de la Penella o en el Teular del Llonganisser’.
La Asociación de San Jorge, por su parte, en miras a reforzar el rigor histórico de la fiesta alcoyana como sello de calidad frente al resto de fiestas de la contornà, no descarta convertir la plaza de Al-Azraq en un campamento permanente que, a parte de dar servicio a las filaes los viernes, sábados y fiestas de guardar, podría suponer un importante atractivo turístico (otro más) para los visitantes el resto de días del año.
El problema una vez más radica en la ubicación de las filaes cristianas; ya que los lugares que se han barajado capaces de acoger semejante despliegue humano (esto va por Labradores y Guzmanes) como son el pla de les Vaques, cerca de la cumbre del Montcabrer o la Mola de Serelles quedan alejados del casco urbano y obligarían a los festeros cristianos a dar lo mejor de sí en el regreso de las noches de ensayo.