La Policía ha atado cabos y al final ha acabado por desvelar uno de los grandes misterios del mundo actual. El hecho de que en millones de bloques de viviendas de todo el mundo siempre haya algún vecino que se dedica a cortar cosas de aluminio durante la hora de la siesta de los fines de semana no es una casualidad. Una peligrosa banda internacional se encargaba de organizar esta práctica letal, con la que cada sábado y cada domingo se le amarga la existencia a media Humanidad.
Como Alcoy siempre guarda alguna sorpresa, el líder de este grupo criminal era un jubilado alcoyano que vivía en un bloque de pisos de la calle Entenza. Este ser abyecto, que responde al nombre de Patricio Furgaes, había montado una red de fanáticos de las sierras radiales que se extendía por 120 países de todo el mundo. Según reza su documento fundacional, el objetivo de esta siniestra sociedad oculta secreta es “Ni un sábado ni un domingo sin su ruido atronador. Ninguna una casa sin su correspondiente cortador”. Según informan fuentes policiales, esta secta delictiva tiene su origen en motivos de índole religiosa, ya que su fundador considera la siesta una práctica pecaminosa, que favorece el contacto carnal y la molicie más destructiva.
Esta gran operación internacional tuvo su punto de partida en la denuncia anónima de un grupo de vecinos de Patricio Furgaes. Tras llamar a la Policía en diferentes ocasiones para quejarse del ruido, los agentes se personaron en el domicilio del líder y comprobaron que no estaba efectuando ninguna obra, ya que se dedicaba a cortar el material por puro afán de molestar. A partir de ahí, la madeja se fue desentrañando y han sido arrestados más de 1.500 fanáticos en todo el mundo. La Interpol se ha incautado de miles de sierras radiales, de varias motosierras y de 200 toneladas de barras de aluminio de alta calidad listas para cortar..