Efectivos de la Brigada de Intervención Rápida del Casal de Sant Jordi han culminado una brillante operación al detener a un conocido oligarca ruso que se había comprado en el mercado negro las capitanías moras de Alcoy de los próximos diez años. El personaje en cuestión se llama Wladimir Giorgis Petrov y además de disponer de una cantidad insultante de dinero, yates y fincas de lujo es un enamorado de las Fiestas de Alcoy, a las que asiste regularmente todos los años.

Petrov estaba especialmente encantado con la figura del Capitan Moro, ya que en ella se resume el espíritu de lujo y de exotismo que la ha guiado en toda su vida. Para disfrutar de este cargo, urdió un plan criminal especialmente sibilino. El oligarca envió testaferros a todas las filaes moras que tenían capitanías en la próxima década y les ofreció un dineral a cambio de que le cedieran el cargo. Se habla de que algunas de estas formaciones festeras recibieron hasta 12 millones de euros en metálico, cantidad que según un primer tro sin identificar “nos saca de pobres para siempre y nos permite alicatar de oro la sede de la filà”.

Desde el Casal de Sant Jordi se detectó esta anomalía, aplicándose la ordenanza vigente, que señala literalmente que “la alcoyanía festera ni se compra ni se vende. No hay en este mundo dinero para pagar un capitán verdadero”. Petrov ha sido desposeído de todos sus títulos e incluso se le prohibirá participar en entraetes y charangaes de filà.

El archimillonario ruso está indignado y en declaraciones a “Más falso que un Judas” ha señalado que “iba a traer al Ballet Bolshoi y a los Coros del Ejército Ruso para el boato, pero los alcoyanos se lo pierden”. Finalmente, Petrov ha anunciado su decisión de comprar el Círculo Industrial para “poder ver bien las Fiestas con mis amigachos”.