El gobierno municipal de Alcoy ha zanjado 20 años de polémica gracias a una solución imaginativa y valiente: le ha regalado al Ayuntamiento de Ibi la zona de La Canal, que a partir de esta misma semana pasará a depender de la Villa Juguetera, cuya corporación municipal será la que tendrá que tomar finalmente una decisión definitiva sobre el espinoso proyecto del complejo industrial de La Española.
Esta drástica decisión, aprobada conjuntamente por el PSOE y EU, se ha desarrollado en medio del más absoluto mutismo y con una rapidez inusitada. En la noche de ayer, funcionarios del Ayuntamiento de Alcoy abandonaban a las puertas de la Casa Consistorial ibense las escrituras de titularidad de la partida de La Canal, dándose posteriormente a la fuga. Simultáneamente, un comando de la brigada de obras procedía a retirar cuatro kilómetros (hasta las cercanías de la ermita de Sant Antoni) las señales indicadoras del inicio del término municipal alcoyano, llevándose también un gran cartel en el que se leía “Bienvenidos a Alcoy: la peladilla de España”.
Desde el gobierno bipartito se justificaba esta insólita actuación de forma contundente “con esta cesión de terrenos aseguramos la continuidad del pacto de izquierdas y de paso, nos sacamos de encima un muerto que nos iba a arruinar en las próximas elecciones”. Estas mismas fuentes no descartaban acciones semejantes para resolver los principales contenciosos urbanísticos de la ciudad, anunciando que los servicios jurídicos municipales estudian actualmente la entrega de Serelles a Cocentaina.
La medida provocó fuertes críticas del Bloc y del PP, recibiendo la aprobación rotunda de los concejales no adscritos, cuyo portavoz, el ex alcalde Jorge Sedano, dijo que “todo lo que hagan Francés y Agulló me parece maravilloso, son dos tipos estupendos”.
Por lo que respecta a Ibi, el regalo del Ayuntamiento de Alcoy fue recibido entre grandes muestras de júbilo, ya que supone la ampliación del término municipal en casi cuatro millones de metros cuadrados. El alcalde Rafael Serralta afirmó que “la conquista de La Canal es sólo un primer paso, no pararemos hasta conseguir que la frontera esté situada en la Beniata. Somos un pueblo en expansión”.