Todos contentos: peatones, automovilistas, comerciantes, hosteleros y concejales de los diferentes partidos. El Ayuntamiento de Alcoy ha logrado la solución mágica para la peatonalización de las calles del centro. El denominado Proyecto La La Land permite combinar el paso de vehículos con el uso peatonal de vías urbanas como San Lorenzo y San Nicolás. La propuesta es simple, pero efectiva: los coches tendrán que circular a velocidad muy lenta y los transeúntes tendrán derecho a pasar por encima de los capós y de los techos.
La inspiración llegó hace dos fines de semana, cuando un miembro del equipo de asesores de la Concejalía de Tráfico contemplaba la película “La La Land” en una sesión de mantita, televisor y palomitas. Según declaró a “Más falso que un Judas” este experto en temas de movilidad sostenible, “me dije a mi mismo, si en Los Ángeles lo pueden hacer, por qué vamos a ser menos los de Alcoy. A partir de ahí, vino todo rodado (perdonen el juego de palabras)”.
La idea básica es que los coches circulen por estas calles a velocidad muy baja. Simultáneamente, se les concederá libertad total de movimientos a los peatones, que podrán subirse por encima de los vehículos, reunirse sobre un capó para hacer tertulias o montar coreografías si les apetece. Las calzadas de la calles del centro será declaradas territorio abierto en el que vehículos y transeúntes se unirán en un disfrute común. Por lo que respecta a las terrazas de los bares, se barajan dos líneas posibilidades: ubicarlas en las aceras o hacerlas de quita y pon, retirando mesas y sillas cuando llegue un coche.
Estamos ante una iniciativa experimental. Si el Proyecto La La Land funciona bien en San Lorenzo y Avinguda del País Valencià, se extenderá a otras calles más amplias como la Alameda o la mismísima Avenida de Gil-Albert.