El Ayuntamiento de Alcoy ha salido al paso de las críticas contra la última reforma de las líneas de autobús urbano. Representantes municipales han valorado muy positivamente los resultados obtenidos en los dos primeros meses, señalando que “aunque se han reducido las frecuencias y los vehículos van abarrotados, la gente va mucho más contenta y tiene la oportunidad de practicar el viejo arte de las relaciones sociales”.
Asimismo, desde la corporación se señala que el diseño de los nuevos trazados permite que los alcoyanos conozcan mejor su ciudad. Una de las líneas ya ha sido bautizada como “El Transiberiano”, ya que inicia su recorrido en Batoy, sigue por el Ensanche viaja a la Zona Norte, hace una breve parada en la Venta Nadal y se dirige al centro, tras un pequeño desvío por los abrigos rupestres de La Sarga.
La duración del viaje ha dado lugar a entrañables historias. Un chico y una chica se conocieron en una parada de la calle Murillo y al final del viaje, que duró cuatro horas, acabaron prometidos. Preguntados por “Más falso que un Judas”, los dos tórtolos afirmaron que “el roce hace el cariño” y anunciaron su intención de celebrar la boda en las cocheras que tiene TUASA en el polígono de la Beniata, “como homenaje a nuestro magnifico servicio de transporte público, que hizo posible que naciera entre nosotros la cálida llama del amor”.
Pero no todo han sido buenas noticias, fuentes municipales ha señalado que el pasado martes un hombre de 65 años de edad enloqueció en pleno trayecto, ante la imposibilidad de llegar a su casa tras un viaje de más de tres horas. Para subsanar estas situaciones de tensión, se estudia la posibilidad de que los conductores lleven un pequeño botiquín con una provisión de Tranquimacín y Orfidal.