El cierre de las peluquerías, impulsado dentro del plan preventivo del coronavirus, está poniendo en serio peligro de desaparición uno de los principales patrimonios culturales de Alcoy: el cardat alcoià. A lo largo de las últimas semanas se ha detectado un derrumbe general de este emblemático peinado por falta de atención especializada. Mientras en los comercios se acumulan stocks de laca, la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alcoy estudia la creación de una Brigada Peluquera de Intervención Rápida, que acudirá a los domicilios de las señoras que lo soliciten, con el objetivo de darles volumen y altura a sus cabelleras.
Esta situación se produce en un momento especialmente delicado: mientras la corporación municipal y la Generalitat Valenciana tramitan con la UNESCO la declaración del cardat como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Patricio Pelines Montava, concejal delegado de Asuntos Capilares del Ayuntamiento de Alcoy, describió con dramatismo el panorama actual “si se mantiene el actual estado de alarma, nos arriesgamos a que el cardat sea historia en cuestión de semanas. Apenas quedan dos señoras que conservan el peinado, son las dos últimas que fueron a la peluquería el viernes antes de empezar el confinamiento y todavía se les aguanta el pelo por puro milagro y porque duermen con una redecilla”. Esta concejalía también ha expresado su preocupación por otros asuntos capilares situados en la encrucijada. “En estos momentos, no sabemos qué hacer con las patillas de Contrabandista. Al no saber en qué fecha se harán las Fiestas, no tenemos claro si debemos mantenerlas u ordenar su afeitado mediante un decreto de urgencia”.
Mientras Alcoy se llena de señoras “descabellonaes”, el Ayuntamiento ha creado una Brigada Peluquera de Intervención Rápida, que prestará servicio a domicilio. El concejal Patricio Pelines afirma que “se trata de mantener, por lo menos, un centenar de mujeres con el cardat oficial, para que no se rompa una tradición que se remonta a mediados del siglos XIX”. La atención será totalmente gratuita y las mujeres que acepten peinarse verán bonificado en un 30% el pago del IBI.
Hay que señalar finalmente, que el Ayuntamiento ha emitido un bando desaconsejando a las alcoyanas que se hagan cardats caseros. La corporación señala que este tratamiento capilar exige el uso de delicados materiales químicos, que sólo pueden ser manejados por especialistas.