Según un informe, al que ha tenido este acceso este diario, el Área de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Asociación de San Jorge estudia nuevos formatos de desfile para las entradas que agilicen el ritmo, reduzcan la excesiva duración y eviten els ‘tallons’ que impiden su lucimiento.
Desde hace meses un equipo multidisciplinar trabaja con distintos prototipos y ritmos de marcha, basándose en las formas de desfile utilizadas a lo largo de la historia: desde las legiones romanas, al ejercito prusiano sin olvidar las procesiones de Semana Santa, los vivos y coloridos desfiles de Carnaval o las igualmente coloridas (en rojo) y mucho más vivas cargas policiales.
Aunque los resultados definitivos del estudio todavía no han transcendido, según se sugiere en el informe preliminar, el modelo ideal de formación en una entrada mora o cristiana para un conjunto de doce o más miembros con, o sin, cabo seria el denominado modelo circular o de formato en orbe.
Tal y como recogen en sus conclusiones las directoras del proyecto, Ana Tomia y Belén Gena, doctoras en econofísica y geometría, el desfile circular tendría las siguientes ventajas respecto a la formación tradicional
– Protección de los integrantes de la escuadra ante contingencias meteorológicas. En caso de lluvia, nieve, granizo, caída de depósito de cohete o de meteorito el festero puede crear, con un rápido movimiento de muñeca, una resistente techumbre con los escudos que proteja al conjunto de la formación.
– Mayor interacción entre público y festero. Al desfilar en continuo movimiento de rotación el festero puede saludar a amigos y conocidos de ambos lados de la calle sin tener que realizar molestos giros de cuello que pueden provocarle tortícolis y contracturas.
– Mejor adaptación al ancho de la calzada. Permite que la escuadra se adapte al ancho de la calle por el procedimiento de estirar el círculo y convertirlo en un óvalo evitando que los ‘puntales’ ocupen las aceras con las consecuentes molestias para los espectadores.
– Adiós als ‘tallons’. Este mismo procedimiento de ensanchar el círculo o alargar el ovalo permitirá desplegarse y ocupar espacios vacios en caso de ‘talló’ o replegarse y deslizarse cual rueda veloz en caso que lo requiera el ritmo de la entrada.
– Solución para las vejigas hiperactivas. Gracias a la protección que unos integrantes brindan a otros el festero dejará de preocuparse por su vejiga hiperactiva y podrá aliviarse cuando y donde quiera sin necesidad de incómodos pañales ni de abandonar la formación.
– No más ‘indisposiciones’ en la entrada. Por las mismas razones anteriormente expuestas no será motivo de escarnio el hecho que un festero padezca un episodio transitorio de desequilibrio, descoordinación muscular, mirada perdida y lengua pastosa pues el resto de compañeros se lo llevaran al centro del círculo brindándole protección.
– Ni más pandemias. Y en el caso de que la ‘indisposición’ contagie a más miembros de la escuadra, el movimiento de rotación, que permite mayor libertad de movimientos, evitará que los espectadores distingan si se trataba de algo premeditado o accidental.
– Todos los cabos tienen la misma piel. Este formato impedirá el sufrimiento que produce en el espectador la contemplación de un cabo que lo hace fatal, ‘però li feia molta il•lusió’ por el sencillo procedimiento de llevárselo al centro de la formación.
Pese a que aún quedan detalles por resolver como: ¿Qué hacer con los cabos batidores? ¿Cómo evitar una masacre en las escuadras de los Andaluces? ¿Cómo ‘girar la escuadra’? ¿Cómo sonreír y mirar a los balcones sin que la formación parezca el equipo olímpico de gimnasia rítmica? las doctoras Ana Tomia y Belén Gena, se muestran optimistas y esperan tener la solución para esta y otras muchas preguntas durante las próximas semanas.