El grupo inmobiliario alicantino Ortiz e Hijos ha encontrado un filón en Alcoy. Tras la sentencia judicial que obliga al Ayuntamiento a pagarle 4,3 millones de euros por no hacer el obra del bulevar, estas empresas han reclamado 25 millones por no hacer el túnel de la Carrasqueta y otros 12 por no construir el auditorio de la fundición de Rodes en Santa Rosa.
Hay que señalar que el éxito obtenido por la promotora de Enrique Ortiz ha marcado tendencia. Los herederos de la firma Ferrocarriles del Norte Sociedad Limitada se plantean la posibilidad de exigirle a la corporación alcoyana 567 millones en concepto de daños por haber paralizado en el año 1931 el proyecto de la línea férrea entre Alcoy y Alicante. En la misma línea, los descendientes de Doña Saurina de Entenza reclaman el pago de 600.000 millones de maravedíes (54 millones de euros al cambio actual) por un trozo de muralla que fue suprimido por un concejo alcoyano en la Edad Media. Asimismo, la compañía inglesa que era propietaria del tren Alcoy-Gandía ha amenazado con embargar la Plaza de Al Azraq y buena parte del barrio de la Zona Norte si no se la compensa económicamente por los perjuicios generados por el cierre de la línea en los años sesenta del pasado siglo.
Esta oleada de reclamaciones ha provocado un estallido de pánico en el gobierno municipal de Alcoy. Desde la Alcaldía se señalaba que “si empezamos a pagarles a todos, tendremos que vender la Casa Consistorial o alquilársela a un Zara”. Se ha establecido un sistema de pagos fraccionados, en el que se tendrá en cuenta la antigüedad de las deudas. Fuentes municipales afirmaron que “los primeros en cobrar serán los tatataranietos de Doña Saurina de Entenza, ya que esa pobre gente lleva siglos esperando”.