Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el pequeño Nicolás, disfrutó de las últimas Fiestas de Alcoy haciéndose pasar por un miembro del séquito del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. El famoso farsante madrileño participó en numerosos actos del programa oficial e incluso se ofreció ante el Ayuntamiento para utilizar sus contactos en la UNESCO para acelerar la proclamación de los festejos como Patrimonio de la Humanidad.
El equipo de investigación de “Más falso que un Judas” ha logrado confirmar la presencia en Alcoy del pequeño Nicolás durante la última Trilogía Festera. El joven estafador se incrustó en el equipo del presidente Alberto Fabra y disfrutó de una cómoda estancia en la ciudad, residiendo en una suite de lujo de un hotel local y participando en numerosos actos festeros. La noticia ha salido a la luz, tras aparecer en el departamento municipal de Hacienda diferentes facturas correspondientes a gastos realizados por este personaje en diferentes establecimientos locales. Entre otras partidas, se reclama el pago de 5.000 euros en una conocida marisquería del centro, también reclama 4.200 euros una banda de música de la localidad valenciana de Beniopa, que acompañó a este personaje durante sus desplazamientos por la ciudad.
Hay que señalar que durante su breve estancia alcoyana el pequeño Nicolás intentó timar a diferentes instituciones locales. Le ofreció al Ayuntamiento aprovechar sus contactos en la UNESCO para agilizar la declaración de Patrimonio de la Humanidad de los Festejos. Asimismo, contactó con dirigentes del Casal, a los que les propuso venderles un informe del CNI en el que se relacionaba a las socias de Fonèvol con los servicios secretos del Chavismo venezolano. Finalmente, también se ofreció a mediar con su amigo el constructor Enrique Ortiz para retirar el contencioso del bulevar.
Aunque ninguna de sus propuestas fue aceptada, el pequeño Nicolás lo pasó en grande durante su visita a Alcoy. Quedó especialmente impresionado por la gastronomía local y anunció que “aprovecharé mis amistades con la Casa Real para introducir la pericana en el menú de la Zarzuela”.