Un estudio realizado por las doctoras Prado Silvestre (Ingeniería ferroviaria) Lola Menta (Especialista en señalización) y el doctor Samuel Aduele (Catedrático en diseño y conservación de vías férreas) del MIT (Muro Institut of Thechnology) desvela un curioso dato: la empresa que construyó la máquina del tren de la plaza Al-Azraq tardó menos tiempo en fabricarla que el Ayuntamiento en restaurarla.
Aunque aún no se ha podido establecer el tiempo exacto de fabricación por parte de la empresa británica Beyer & Peacock, responsable de la construcción de la locomotora, el estudio calcula que osciló entre 8 y 10 semanas mientras que los trabajos de restauración de la máquina han ocupado unas 14.*
Un dato que resulta más llamativo si se tiene en cuenta que las labores de restauración han consistido en el saneamiento de las partes oxidadas, pintado completo de la máquina y colocación de un rótulo (‘Xitxarra’ o tren ‘Dels Anglesos’) y que los operarios de la Beyer & Peacock aparte de montar una máquina que tenía más piezas que el Lego del Halcón Milenario, hubieron de ensamblar un eje guía, tres motrices, un cuarto de soporte, construir el habitáculo para el carbón y una caldera de 7 atmósferas de presión.Dejando de lado el hecho que la máquina salida de los talleres de la Beyer & Peacock tuvo que funcionar durante casi sesenta años mientras que la rehabilitada por el Ayuntamiento se mueve menos que los ojos de Espinete.
(*) La cifra se ha obtenido a partir de un informe de la universidad Masaryk de Brno, que indica que las fábricas checas produjeron en cien años 30.000 locomotoras; es decir 300 al año, 1,21 locomotoras al día. A esta cifra, como es preceptivo, se le ha aplicado el diferencial anual de producción/ operario publicado por la British Endodontic Society divido por el coeficiente regulador de l la British Interplanetary Society