Los trabajos arqueológicos realizados en la zona del Sargantaner, Pénjamo i Xorro del Salt, en el entorno de la sierra de Mariola, han permitido a un grupo de antropólogos de la Universidad Politécnica de Valencia documentar el origen de la afición de muchos alcoyanos y alcoyanas a las carreras de montaña.
Por lo visto, según comenta el director de la excavación, tras el origen de esta práctica deportiva se encontrarían dos arraigadas costumbres aborígenes. Por una parte la de de tomar el sol en pelota picada en parajes poco transitados y por otra la de ‘eixir a pegar a una volteta per la serra p’aierjar-nos un poc i que no mos ho conten’. La confluencia de grupos practicantes de ambas modalidades pudo ser la causa de la aparición de los primeros runners alcoyanos.
Según la hipótesis planteada por uno de los arqueólogos responsables, los oriundos y oriundas que tomaban el sol, desnudos y sudorosos tras la excesiva exposición al astro rey – especialmente en épocas estivales- con toda probabilidad, cada cierto tiempo, se echarían carreras cortas, pequeñas corridas, en busca de un leve soplo de viento que aliviara, de alguna manera, su fogosidad y su acaloramiento.
Y más que probable es inevitable –según explica uno de los arqueólogos – que durante estas galopadas algunos nudistas coincidieran con la gente de paisano que había salido al campo ‘a pegar a una volteta pa que no mos ho conten’.
Imaginen la impresión que debian llevarse estas personas que caminaban ensimismadas por los prados deleitándose con los encantos de la naturaleza, y disfrutando de la soledad, el silencio y el solaz de conectar con su yo verdadero, cuando tras oír un ruido tras de sí, se giraran y vieran a un oriundo u oriunda (collons al vol o figa al aire, según sea el caso) encendido, sudoroso y jadeante corriendo lenta, pero inexorablemente, con determinación hacia él (o hacia ella).
‘¿Es para ponerse a correr y no parar hasta llegar a la cima del Montcabrer, e incluso algunos kilómetros más (hasta 55) por dejar un margen de seguridad? ¿Qué haría usted? ¿Se quedaría esperando a ver si el individuo u individua locomotoramente activo y más encendido que el bigote del dragón de San Jorge, lo ‘empoma’ o lo ‘empasta’ metafóricamente hablando según sea el caso?’ Pues eso – ha sentenciado director del grupo de arqueólogos.
Esto yo llevaba tiempo diciendoselo a mi señora y cual es mi sorpresa que veo que mis sospechas iban bien encaminadas,de lo cual me congratulo al ver que era cierto.