Es un raro privilegio del que podemos presumir todos los alcoyanos. Vivimos rodeados de sierras y bosques y podemos disfrutar -tras una asequible caminata- del gran espectáculo de la Naturaleza. Atrapados entre el Carrascal y la Mariola, los habitantes de esta ciudad podemos acceder en vivo y en directo a todos los matices del cambio de estaciones; a un mundo de pequeños detalles en el que los colores, los sonidos y los aromas convierten nuestro entorno natural en un lugar irrepetible y casi mágico.
En este magnífico reportaje fotográfico Paco Grau ha recogido esos singulares momentos en los que nuestras sierras se preparan para abandonar los rigores del invierno y entrar de lleno en la explosión de vida de la primavera. Son días bellísimos, en los que casi todo el protagonismo se va para la temprana floración de los almendros. Durante unas semanas, nuestros campos aparecen cubiertos por una espectacular alfombra de rosas y de blancos, que contrasta con los adustos verdes invernales de los bosques.
Paco Grau le ha aplicado a este prólogo primaveral su particular punto de vista, en el que ha ido más allá de los cánones de la postal idílica para buscar ángulos inéditos y escenas que se salen de lo tradicional. El fotógrafo le ha tomado el pulso a unos parajes, que viven un momento muy especial y nos ha dejado una crónica visual, que se ha de paladear con tranquilidad y sosiego.