La reelección de Toni Francés como alcalde de Alcoy se realizó en el transcurso de una sesión plenaria que se ajusto al guión previsto: cada partido votó a su candidato y al final se impuso el dirigente socialista. La ceremonia protocolaria apenas duró una hora y se desarrolló en un salón de plenos abarrotado por el público. La nueva legislatura municipal se inició entre gestos políticos, momentos de emotividad y discursos para todos los gustos y de todos los estilos.
Paco Grau nos hace la crónica gráfica personal e intransferible del primer día del nuevo Ayuntamiento alcoyano.
Aleixandre Sanfrancisco, como presidente de la mesa de edad, abría el pleno con una intervención llena de símiles futbolísticos, coronada con una cita del Papa Francisco. Frente al edil de Guanyar Alcoi, un salón de plenos lleno de caras nuevas: 15 concejales se estrenaban en las tareas municipales, en lo que supone una drástica renovación que refleja los importantes cambios que se han producido en el panorama político alcoyano. Las diferencias empezaron a mostrarse públicamente en el mismo acto de promesa o juramento del cargo. Un total de 9 ediles utilizaron la fórmula del imperativo legal: una del PSOE, los cinco de Guanyar Alcoy y los tres de Compromis. Por lo que respecta a la cuestión lingüística, dieciocho ediles utilizaron el valenciano (PSOE, Guanyar ,Compromis y Jordi Sedano), mientras que siete (cuatro del PP y tres de Ciudadanos) prefirieron expresarse en castellano.
En los discursos hubo de todo. La izquierda –Guanyar y Compromis- se expresó en términos muy críticos contra la decisión socialista de gobernar en solitario. Jorge Sedano pronunció un enfervorizado mitin a favor del proyecto de La Española para la zona de la Canal. El popular Rafa Miró ofreció colaboración y una oposición independiente. El alcalde habló muy poco de nuevos proyectos y en vez de un discurso programático, ofreció un parlamento muy personal en el que justificó su rechazo a la formación de coaliciones y en el que también estuvo presente su conflicto judicial con un grupo de agentes de la Policía Local. Los numerosos espectadores que asistieron al pleno se encontraron con un Toni Francés muy emocionado, que en la fase final de su intervención, mientras agradecía el apoyo de su familia, apenas podía controlar una voz entrecortada por el sentimiento.
En apenas una hora, el ritual de reelección del alcalde estaba terminado. Llegaba el momento para los abrazos, los saludos y las fotografías. Alcoy iniciaba una nueva legislatura municipal en medio de un ambiente distendido y correcto, en el que cada partido marcaba las distancias respecto al resto de compañeros de corporación. Esta tendencia se reflejaba también en la evolución del público tras romperse las barreras del protocolo: cada grupo de espectadores se arremolinaba alrededor de sus concejales, sin hacer apenas concesiones a la mezcla.