Entre tensiones y entre espacios de normalidad, la presencia de las mujeres en las Fiestas de Alcoy se ha disparado en los últimos años. El actual formato de la Trilogía resultaría incomprensible sin la masiva presencia femenina a través de diferentes fórmulas de participación. Paco Grau hace un recorrido fotográfico sobre este aspecto fundamental de la Fiesta y nos deja su particular e intransferible crónica visual.
Vale la pena hacer un esfuerzo de memoria y recordar cómo era una Entrada de hace 30 años. Los desfiles del bando moro y del cristiano, momentos álgidos del programa oficial de la Trilogía Festera, apenas sí contaban con participación femenina. Era unos séquitos casi exclusivamente masculinos, que con el paso del tiempo han ido recibiendo una continuada aportación femenina, que ha supuesto el que es, sin ningún género de dudas, el principal cambio estético y organizativo de nuestras Fiestas.
Ballets, boatos y favoritas jugaron el papel de puerta de entrada de miles de mujeres en una celebración, que hasta entonces les tenía reservado el papel de meras espectadoras. Tras este primer paso, se iniciaba la reivindicación de la participación directa de la mujer en la Fiesta, la exigencia de su acceso al mundo de las filaes. Esta campaña, liderada por la asociación Fonèvol, ha marcado la actualidad de las últimas dos décadas, recorriendo un camino de lleno de obstáculos y registrando un avance lento, pero imparable. La implantación del traje femenino en las 28 filaes de los dos bandos es el fruto principal de esta lucha, que aún presenta numerosos puntos sin resolver, sobre todo en lo relacionado a la plena integración de las festeras. En el horizonte del próximo año se anuncia la aparición de la primera escuadra femenina en una Entrada, en una imagen que supondría la visualización del éxito de casi veinte años de esfuerzos reivindicativos.
Las mujeres han llegado a la Fiesta para quedarse. Han sido las protagonistas del principal proceso de transformación de nuestros centenarios Moros y Cristianos. Su aterrizaje en este complicado universo ha estado rodeado por las polémicas y por los enfrentamientos con los sectores más reaccionarios. Sin embargo, nadie duda ya de que estamos ante una situación irreversible de la que saldrá el diseño de las Fiestas del futuro: unas celebraciones más participativas e igualitarias en las que tendrá un papel fundamental ese 50% de la población alcoyana que representa la mujer.