slogan tipografia la moderna
La noche mágica del Rei Pàixaro
Redacció - 24/01/2018

Fuego, música y rituales centenarios convierten cada año las callejas de Biar en el escenario de una ceremonia irrepetible. El Rei Pàixaro es, sin ningún género de dudas,  una de las piezas más singulares del patrimonio cultural de todos los valencianos. Esta recreación de la llegada del enviado real para recoger los impuestos de la Villa remonta sus orígenes al siglo XVI y cuenta con la participación fundamental de todo un pueblo, que consigue envolver la noche con una magia especial. Paco Grau nos hace la crónica en imágenes de este pequeño milagro.

Los actos en honor a Sant Antoni marcan el inicio del año en centenares de pueblos y ciudades de todos los rincones de la Comunitat Valenciana. Cada lugar del país tiene su particular tradición en la que no falta el fuego como elemento central y como símbolo de purificación. En esta inagotable oferta de tradiciones invernales destaca con luz propia la llegada del Rei Pàixaro a Biar. Estamos ante una auténtica joya histórica, que ha sido conservada con mimo por los vecinos de la localidad. Estamos ante un espectáculo diferente y singular, que transforma las calles de la Villa en un paisaje de ensueño y que ofrece escenas impactantes y llenas de misterio antiguo.

El personaje central es el Rei Páixaro, que encarna al enviado real que cada año llegaba a Biar para recoger los impuestos. Va elegantemente vestido con todos los atributos reales y llevando en la mano una gran señera. En su recorrido a lomos de una mula, le acompañan dos pajes, y dos bufones, que van bailando a los sones del tabalet y la dolçaina.  Un séquito de antorcheros y un grupo de música completan esta sencilla comitiva. A su paso por las calles, los vecinos encienden hogueras y obsequian a todos los presentes con dulces y bebidas tradicionales, en un ritual que reproduce la entrega del diezmo.

En la noche del pasado 20 de enero, Biar volvió a revivir este ritual en un acto que contó con la presencia del presidente de la Generalitat y del presidente de las Cortes Valencianas. Las dos primeras autoridades de la Comunitat Valenciana pudieron disfrutar de una manifestación cultural única; sumergirse en un acto lleno de autenticidad,  cuya sencillez de elementos genera unos resultados visuales espectaculares.

Cuenta la crónica histórica que la denominación Rei Pàixaro viene de una exclamación de los vecinos de la localidad al paso del enviado que venía a reclamar los impuestos. En una frase que podría traducirse al valenciano actual como “Fotre, el Rey, quin pardal¡”. La historia y la leyenda se entremezclan en una celebración con sus propios y poderosos signos de identidad y con sus códigos perfectamente establecidos a través de los siglos.

Las fotografías de Paco Grau recogen los irrepetibles momentos que se vivieron en la noche del pasado día 20 en Biar. Es una crónica visual que recoge el peculiar ambiente de esta cita, dándole presencia al fuego y al grupo de personajes que recrea la tradición medieval. El incomparable escenario en el que se desarrolla la ceremonia, calles estrechas en las faldas del castillo, es un protagonista más de esta cita llena de encanto capaz, que sorprende al espectador y que lo lleva volando a otros tiempos en brazos de la fantasía.

¿Te ha gustado?. Comparte esta información: