Durante unos días, nuestros escenarios cotidianos se han convertido en paisajes de otro mundo.  El polvo en suspensión de la calima ha creado atmósferas amenazantes, pasando por un filtro entre dorado y naranja las imágenes a las que estamos acostumbrados, dotándolas de nuevas texturas luminosas y proporcionándoles aspectos absolutamente inéditos. Paco Grau se ha paseado por este efímero universo fantasmal y nos ha proporcionado una pequeña crónica gráfica de estos extraños días del mes de marzo de 2022.

Este fenómeno meteorológico ha llenado páginas de periódicos y horas de informativos en las radios y en las televisiones. Al margen de las explicaciones científicas, estos cielos opresivos han tenido una indudable influencia sobre nuestras vidas. Estas iluminaciones fantasmagóricas, propias de una película de ciencia ficción apocalíptica, han generado un ambiente irreal en el que la actividad diaria parecía desarrollarse bajo una extraña sordina. En una época en la que los ciudadanos vivimos conmocionados por pandemias, volcanes y guerras, este drástico cambio de decorado se ha convertido en un motivo más de inquietud y de desazón.