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Una docena de  leyendas urbanas estrictamente alcoyanas
Pequeño repaso a algunos nuestros más destacados infundios y misterios patrióticos
Javier LLopis / Pep Jordà - 10/07/2014
Una docena de  leyendas urbanas estrictamente alcoyanas
Nuestra chica de la curva decidió instalarse en el Puerto de Albaida

De la chica de la curva a las serpientes de la calle San Vicent. Del canibalismo revolucionario a los aterrizajes extraterrestres en Cantagallet. Del fantasma del Hospital de Oliver a los orígenes de Rappel. Alcoy dispone de su imprescindible catálogo de leyendas urbanas, en el que hay espacio para todo y para todos.

1-Terror en el Puerto de Albaida

Nuestra chica de la curva decidió instalarse en el Puerto de Albaida. Este misterioso personaje, protagonista de miles de leyendas urbanas repartidas por toda la geografía española, se situó en uno de los recodos del antiguo trazado de la Nacional 340 y desde allí aterrorizó a varias generaciones de habitantes de la comarca con su rostro cadavérico y sus advertencias sobre accidentes mortales. La construcción de la autovía acabó para siempre con estas apariciones. La rumorología popular señala que entre el personal del Ministerio de Fomento que construyó la nueva carretera había una brigadilla de cazafantasmas. Otras versiones indican que ante la mejora de la seguridad en la nueva vía de comunicación, la chica de la curva decidió trasladarse a una comarcal de la provincia de Lugo. Nunca lo sabremos.

2-Pelletes, caña y tapa

Uno de los episodios de la historia de Alcoy que más trascendencia ha tenido fuera de nuestras fronteras fue, sin duda, la defenestración (literalmente hablando) del alcalde Agustín Albors más conocido como ‘Pelletes’. Este hecho que en su momento hizo correr ríos de tinta, ha dado origen a mucha literatura y a múltiples leyendas. Una de ellas asegura que tras el asesinato del alcalde, un grupo de trabajadores enfurecidos le cortaron una oreja, quien dice una oreja dice su miembro viril, en cualquier caso un apéndice de su cuerpo y se lo comieron acompañado de café licor, como quien toma el aperitivo del domingo pero rollo Hannibal Lecter. Aunque desconocemos si por aquel entonces a nuestros paisanos les iba el canibalismo  todo parece apuntar que cualquier posible mutilación fue resultado de su arrastramiento y que posteriormente (tal y como sucede en nuestros días) cronistas “independientes” con interés en magnificar lo ocurrido cargaron las tintas en los hechos, o directamente se los inventaron.

3-Meteorología patriótica

Por una extraña regla de tres, miles de alcoyanos seguimos creyendo a pies juntillas que cuando nieva en Madrid, acabará nevando en Alcoy. Varias promociones de meteorólogos profesionales han intentado disuadirnos de una estúpida creencia, que no tiene ninguna base real. Son intentos vanos, ya que tras esta convicción se esconde una manifestación inconsciente del omnipresente flato local, que nos lleva a intentar igualarnos con la capital de la nación, aunque sólo sea a nivel de climatología. Tras una encuesta realizada en Madrid, hemos comprobado que esta leyenda no tiene su reflejo en la capital: no hay ningún madrileño que se crea que cuando nieva en Alcoy, nieva en Madrid.

4- ¿Vida extraterrestre en Cantagallet?

Sin llegar a alcanzar el renombre de la base militar Area 51 en Nevada (EE.UU.)  a la que, según los expertos, eran trasladados los extraterrestres que como fruta madura caían a la superficie terrestre a finales del pasado siglo, Alcoy también tuvo su momento OVNI. Fue a mediados de los 70, cuando un conocido especialista local del fenómeno declaró haber sido testigo no sólo del avistamiento sino también del aterrizaje de una nave extraterrestre en el corazón de Cantagallet. Aunque la naturaleza del fenómeno llamaba a gritos al escepticismo fueron muchos los alcoyanos que se acercaron hasta el bancal para comprobar in situ las evidencias de la visita alienígena, que, en esencia, consistían en una amplia zona de piedras y matojos chamuscados que tanto podían ser fruto de los cohetes turbo-propulsores de helio líquido de la nave como del fuego descontrolado de una paella d’arros amb conill.

5-Fantasmas y fantasmas

El sepulcral inquilino del Hospital Civil de Oliver tiene el honor de haber sido el único fantasma alcoyano que ha protagonizado un programa de Iker Jiménez; una circunstancia que en el competitivo mundo de los espectros se valora como si fuera un Master en Harvard. Los rumores hablan de monjas que levitan, de cadáveres que aparecen y desaparecen y de siniestros movimientos de mobiliario a medianoche. De momento y a pesar de las intensas investigaciones, sólo hay constancia fehaciente de la existencia de un grupo concreto de fantasmas: la pandilla de desahogados que privatizó este edificio público, para que se forrara una banda de amigachos del PP. Esos fantasmas sí que tienen peligro.

6-Los Nissan Patrol no son para el verano

Juran las gentes del lugar que una noche volviendo de farra desde la costa, el propietario de un  Nissan Patrol, vecino de Alcoy o de un pueblo cercano (la procedencia varía según quién lo relate) se vio sorprendido por un control de alcoholemia que la Guardia Civil de Tráfico había montado en lo alto de la Carrasqueta. El conductor convencido de que iba a dar positivo bajó del vehículo haciéndose el remolón, con tan buena fortuna que en ese preciso instante otro vehículo, probablemente distraído por las luces del control, fue a colisionar contra uno de los pretiles, creándose un momento de confusión que aprovechó nuestro protagonista para subirse en su Nissan Patrol y darse a la fuga dejando a la Benemérita con dos palmos de narices. ¿Para siempre? ¡No! Pues a la mañana siguiente -según cuenta la leyenda- dos agentes del cuerpo se personaron en el domicilio del susodicho exigiendo la devolución del Nissan Patrol propiedad del Parque Móvil de la Guardia Civil que en su precipitada huida había tomado por error.

7-Las  orgías de Isabel II

Cuentan las crónicas apócrifas, que al final de las sesiones del mítico Buho, la calle de Isabel II y sus aledaños se convertían en el escenario de un paroxismo sexual sólo comparable al de Sodoma y Gomorra en los fines de semana de puente. Se habla de ardientes parejas follando (léase haciendo el amor) sobre capós de coche, en portales y hasta en la misma calzada. Hay vecinos que aseguran que al día siguiente, la zona estaba alfombrada por decenas de bragas femeninas, que por alguna extraña relajación mental habían quedado olvidadas por sus dueñas tras disfrutar de una noche de intensa pasión. Desde la experiencia que da haberse gastado una pequeña fortuna en entradas del Buho y no haberse comido ni un miserable rosco, el equipo de investigación de “Más falso que un Judas” está en condiciones de afirmar que esta leyenda urbana es una vil tomadura de pelo, lanzada por los propietarios de la discoteca para captar clientela masculina. Nota: A pesar de la evidencia, pasan los años y no puedo sacarme de la cabeza a aquella  legendaria legión de fogosas chicas alcoyanas, que cada sábado por la noche volvían a casa sin bragas. ¿Qué explicación les darían a sus madres?.

8-Las culebras que amaban a las mujeres

Durante mucho tiempo las suegras de la zona de Sant Vicent tuvieron atemorizadas a sus nueras, y a algunos otros miembros de su estirpe, con el cuento de la culebra mamona. Una taimada serpiente que, cuando una madre se quedaba dormida con su criatura en la cama, se deslizaba sigilosamente hasta el lecho y le succionaba la teta, con la precaución previa de ponerle la punta de la cola al niño en la boca para que chupara y no llorara. Aunque la leyenda da un poco de risa no debe tomarse a la ligera pues en el capitel de la iglesia románica de Teza de Losa (Burgos) se ve como dos serpientes maman de los pechos de una mujer. Y no sólo eso sino que el nobel Camilo José Cela, toda una autoridad en materia de succión (era capaz de absorber por vía anal un litro y medio de agua de una palangana) afirmaba en su obra ‘Mazurca para dos muertos’ que Roquiño era así ‘porque a su madre, por las noches, cuando lo estaba criando, le mamaba las tetas una culebra y el pobre pasó mucha necesidad‘.

9-Una piraña en mi bidé

No se sabe si fue el estreno de la serie de dibujos animados ‘Las Tortugas Ninja’ o si alguien tiró mano de ese hilo invisible que une Alcoy con Nueva York (en la época en que corría el rumor de que las alcantarillas de la gran manzana estaban repletas de caimanes gigantescos) la cosa es que hasta aquí llegó la leyenda de ofidios y reptiles, que habitaban el subsuelo y que salían a la luz pública a través de los orificios más insospechados. Especialmente comentado fue el caso de aquella pequeña boa lanzada al retrete que tiempo después, como los salmones, ya adulta retornó a su lugar de origen por el mismo camino mientras el propietario hacia uso del inodoro. Reflexión. Resulta chocante el terror pánico pavor que despiertan este tipo de  improbables apariciones cuando vivimos rodeados de inmensos solares e innumerables casas abandonadas donde se crían bacterias, insectos y roedores del tamaño de un gato montés.

10-La alcoyanidad de Rappel

El hecho de que el  televisivo vidente Rappel se llame en la vida real Rafael Payá ha dado lugar a todo tipo de teorías sobre su alcoyanidad. Hay quien lo coloca como dependiente de Sederías Juan Payá. Otros señalan que ejerció de modisto pantalonero junto a su madre en un pequeño taller en la calle Barbacana. Ninguna de estas teorías es cierta; el hombre de las gafas al revés y de las túnicas de lentejuelas, nació en Madrid y sólo vino a Alcoy para cumplir una visita promocional, suculentamente pagada, impulsada por la concejalía de Turismo del PP no se sabe exactamente con  qué fines. Nuestra inagotable galería de frikis pierde un verdadero peso pesado. No se puede tener todo en la vida.

11-Kevin Costner de Jesús

Sabido es que cada zona urbana tiene su idiosincrasia que afecta tanto a la manera de ser,  a la de comportarse, como a la de bautizar a sus retoños. Hay barrios donde abundan los Rodrigos,  Borjas y Cayetanas y otros donde los que se llevan la palma son los Joshuas, Jennys, Izans y Naraias. Precisamente en uno de estos últimos, nueve meses después de que el actor Kevin Costner interpretara su sonado éxito ‘El Guardaespaldas’, comenzaron a bautizarse muchos niños con este nombre. De hecho el entusiasmo llegó hasta tal punto que algunas madres añadieron al nombre el apellido, forjándose la leyenda de que algunas habían llegado en un momento del paroxismo a incorporar el ‘de Jesús’ para redondear. Según ha podido verificar el equipo de investigación de Tipografia La Moderna esta leyenda es totalmente falsa, puesto que no existe en todo el término municipal de Alcoy ningún individuo llamado Kevin Costner de Jesús. Si hay en cambio, una niña llamada Sigourney a quien su madre el otro día increpaba, en la playa de Campello al grito de “Sigurni no te metas más pa dentro que te vas a mojar el chocho”

12- El festero del tren

Cójase a un amigo festero en coma etílico en cualquier momento de la madrugada que discurre entre el día del Alardo y el del Descanso. Con la colaboración de un grupo  de sádicos irresponsables, se transporta al bello durmiente a un coche previamente aparcado en la zona de la Alameda, con el que viajaremos a la estación de Renfe. Tras retirarle la documentación, el dinero y el móvil, se deposita el comatoso en el asiento del tren que sale para Valencia a las seis  y cuarto de la mañana. Los autores de la putada se van a dormir a sus casas y la víctima se despierta en Xàtiva o en Valencia (depende de si el trayecto tiene transbordo)  con una resaca espantosa, sin un duro en el bolsillo y, lo que es peor, vestido de guerrero medieval o de lujoso caballero sarraceno. Su regreso a casa será un infierno, que recordará durante toda su vida. Dicen las malas lenguas que esta siniestra broma festera se produce con cierta asiduidad como colofón humorístico de la Trilogía. Aunque incluso hay gente que se aventura a dar nombres, desde “Más falso que en Judas” no hemos podido confirmar su autenticidad. Renfe ha contestado nuestros intentos de recabar información al respecto con un escueto “no comment”.

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COMENTARIOS

  1. Pacou says:

    En el tren no, però a Pantera el dels bequeteros el van clavar en la caixa d’un camió i es va despertar no recorde on. Ell mateixa ho contava. Veriueuo!

  2. Pepet says:

    Y lo de la calle Isabel II…al final…donde la fabrica…es verdadero. Pero en época posterior…la del Moonlight.

  3. Joan Espolsa Taquet says:

    Fregar, el que es diu fregar, ni en Isabell II, ni en Buidaoli…però qui te fam somnia rotllos… Algun grapadet i prou!!! Els més xulets sempre deien: «a eixa me l’he magrejada jo», però, res de res, no rascaven ni bola, i feien cara d’afamats…

  4. Josep says:

    Pepet te raó. No em crec lo de les bragues, però que allí baix pasaven coses, Cert.

  5. Angélica gadea M says:

    Yo recuerdo el de la serpiente, de pekeña mi abuela me lo ha contado un montón d veces

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