De un tiempo a esta parte al Ayuntamiento de Alcoi/Alcoy le ha dado por poner mensajes de texto en lo que, en principio, deberían ser únicamente imágenes capaces de interpretarse de un rápido golpe de vista. Ignoramos si debido a su talante innovador o porque ignora la función básica de una señal de tráfico.
La primera muestra de originalidad fue aquella señal de circulación prohibida ‘‘A CAMIONES’ (con el ‘a camiones’ escrito con letras en lugar de con el icono del camión) situada en la confluencia de la Plaza de España esquina calle Santo Tomás. A la que posteriormente se añadió el esclarecedor texto ‘EXCEPTE AUTOBUS’. De manera que para cualquier visitante que no dominara la lengua de Cervantes, o de Ausiàs March, el mensaje resultaba más incomprensible que el estribillo del Aserejé (ja de je de jebe tu de jebere)
La cosa fue a más y el consistorio siguió añadiendo texto a las señales hasta convertirlas en objetos más parecidos a una novela gótica que a una advertencia de tráfico. Es el caso de la señal situada en la calle Góngora que contiene más literatura que los tres volúmenes juntos de ‘Las 50 Sombras de Grey’ ya que en escaso metro por metro y medio conviven tres mensajes de significado bien distinto.
Uno de gran interés ‘PRECAUCION Bus en sentido contrario’. Otro más confuso ‘en Avda. Puente San Jorge’. ¿Se supone que el conductor debe conocer con detalle el callejero de Alcoi/Alcoy si no quiere empotrarse con el autobús? Y otro de marcado carácter publicitario: ‘Utiliza transporte público’. Que los mismo podía decir: ‘Del general al soldado, calzoncillo Abanderado’.
Y es entonces cuando no puedes evitar preguntarte: ¿No había suficiente información con el asunto del BUS que venía de cara? ¿Era preciso incluir más letras en un cartel que ya iba completito y además ponérselas en color naranja para que sean las primeras en las que se fija la vista? ¿No se dan cuenta los técnicos del Ayuntamiento que el cerebro necesita un tiempo razonable para procesar la información captada por el ojo? ¿Son conscientes de que este tipo de mensajes deben leerse mientras el vehículo en el que viaja el receptor de la comunicación circula a una velocidad mínima de 40 Km/h?
Lo mejor de todo es que si el usuario acierta a descifrar el mensaje, en todo o en parte, sin saltarse el semáforo, o haciéndolo, pero esquivando de milagro el tráfico de l’Alameda, y consigue alcanzar sano y salvo la otra orilla un nuevo reto le espera a la entrada del puente. Un nuevo cartel-biblia que le informa que ‘Carrer Sant Llorenç Accés restringit’ junto a dos señales de limitación de velocidad a 20 Km/h, que en realidad son tres. Lo cual siembra una duda. ¿Son reiterativas o hay que sumarlas? En cuyo caso se podría circular hasta 60 Km/h. Otro texto le recuerda que el acceso restringido es sólo ‘Divendres des de 17:30 h. i Dissabtes’. Mientras se piensa en qué día de la semana es hoy, otro mensaje aclara que ‘Excepte: veïns, serveis públics i càrrega/descarrega’ y para cuando uno intenta averiguar si está, o no, incluido en alguno de esos colectivos su coche ya está a mitad carrer Sant Llorenç. Eso claro, si ha tenido suerte y no se ha empotrado con el autobús que venía de cara y del que no tenía noticia porque se quedó únicamente con lo de ‘Utiliza transporte público’.