Vamos a empezar con la opinión:
-¡ Me ha encantado el cartel de fiestas!
Ya está dicho, y ahora sólo me queda explicarme. Sé, porque no vivo en una cueva absorta en las pelusas de mi ombligo, que a mucha gente no le ha gustado el cartel. En mis grupos sociales he leído muchísimas opiniones en contra. De las que más se repiten es que parece fúnebre¡¡¡? o que el niño parece una niña¡¡¡?
Una vez os he puesto en antecedentes os paso a explicar por qué me gusta el cartel.
En primer lugar me parece un cartel moderno, original, y muy llamativo tanto en la construcción como en las técnicas empleadas: desde el collage, hasta el retrato figurativo o la composición con nuevos materiales.
En segundo lugar adivino en él varias lecturas y eso me hace muy feliz. Creo que con este cartel se pretende dejar atrás lo rancio. Las fiestas de Alcoi no son sólo una orgía de plis-play entre gente vestida de otra época. No señores, es algo más. Y creo que el cartel de los Piñero ha conseguido trascender la casposidad del confeti y del alcohol.
¿Saben lo que veo cuando veo el nuevo cartel? Pues esa imagen me da que pensar, me habla de tiempos pretéritos y de futuro. Me plantea interrogantes acerca de estas fiestas, me deja adivinar que hay algo más, que no son las típicas fiestas del pueblo.
Y eso es verdad, verdadera.
Las fiestas de Alcoi trascienden. Y deben hacerlo a la altura de los nuevos tiempos. Ese niño es precioso, y da igual que parezca una niña, porque a esa edad señor@s casposos, los niños son andróginos. Y también es una minúscula puertecita para abrir la fiesta a las mujeres. Pequeña, lo sé, pero ahí está.
También organizaron los Piñero en el Ágora la charla moderada por Pepa Fernández sobre como las Fiestas de Sant Jordi en Alcoi pueden ser un punto de encuentro de tres religiones: cristiana, judía y árabe. Una charla muy interesante que forma parte del mismo cartel, de la misma intención de reivindicar esta fiesta como lugar serio y de encuentro entre culturas. Como recreación histórica pero sin consecuencias desagradables. Desde un punto de vista moderno, sin miradas hacia pasados más desagradables.
Porque señores, estos dos hermanos quieren enseñar a Alcoi al mundo, y lo han vestido con sus mejores galas, y se han puesto serios, y lo están haciendo bien. Para gustos colores, evident-mind, pero miren, cuando oyes a alcoianet@s de pro diciendo que los únicos «peros» que le pueden poner al cartel es que esa preciosidad de niño/ilustración parece una chica, o que parece fúnebre, pregúntense:
¿va el cartel dirigido a esa clase de público objetivo? ¿o estamos buscando darnos a conocer de una manera artística, seria y profesional?
Pues eso.
Qué me ha gustado mucho
Marededéusenyor. He llegit l’article en contra del cartell del professor de Belles Arts Emili Blanes. Quins criteris més vuitcentistes que té aquest professor jubilat. No compartisc cap ni un dels seus criteris. A mi em sembla un cartell molt digne i correcte. Jo sóc graduat en l’Escola d’Art Superior de Disseny d’Alcoi (EASD) l’any 1988, i baix el meu criteri professional, es tracta d’un cartell contemporani ben resolt tècnicament i amb una gran força conceptual. Pel que fa al que demana el senyor Blanes sobre que es canvie l’adjudicació directa per un concurs obert al públic, em sembla un error monumental. Els pobles de la comarca que tenim establerts concursos, patim una notable baixa qualitat de disseny. Tots els anys concursen els mateixos «professionals» de tot l’Estat amb els mateixos motius estàndard adaptats al poble en qüestió, amb un simple canvi de campanar segons convinga.
Yes indeed, este año tenemos un cartel-cartel. Sorprende como un cartel, intriga como un cartel y, por fin, expresa la voluntad de respeto y dignidad. Enhorabuena, hermanos Piñero. Felicidades, Mondo Alissia.