Ayer se celebró el día Internacional de la Mujer. Un día que indica que las cosas no van bien, al menos que no van como deberían ir. Además, yo como mujer estoy en contra de la discriminación positiva. A mí me gustan que me contraten por mi valía, no porque tenga colgajo o no. Y supongo que a cualquier hombre también le parecerá discriminante que contraten a una mujer, solamente por eso, por ser mujer.

No es difícil de comprender la ansiedad que produce que no te traten como una persona, sino que te clasifiquen por tu forma de orinar. Las entrevistas de trabajo deberían obviar el género desde el principio. Las pruebas de selección deberían de ser independientes del sexo. Y no empecemos con lo de la fuerza o lo de la habilidad…

Miren ustedes, y nos vamos al ejemplo clásico, hay una vacante en las minas de Riotinto, yo conozco a muchos hombres que no tienen aguante físico, y alguna mujer que es una «monstruaparda». Sé que esto no es lo general, pero insisto, las pruebas deberían corresponderse con la habilidad del entrevistado, no con su género.

¿Porqué las niñeras tienen que ser mujeres? Conozco personalmente a más de diez mujeres que no tienen ningún instinto maternal. Y a la vez, conozco a muchísimos hombres que disfrutan como enanos con los niños, y podrían perfectamente desempeñar ese papel adjudicado a las chicas. Resumiendo, no hay labores apropiadas para cada sexo, sino labores apropiadas a la habilidad del individuo.

Parece mentira que en el tiempo en el que estamos aún haya jueces que dicten sentencias  dónde la culpa del acoso recae sobre la mujer por ir «muy corta» o «muy escotada». ¿Saben a qué altura deja eso al hombre? Al del animal que no puede reprimir sus instintos, rollo perro en celo. Y eso no es verdad.

Parece mentira que el otro día alguien sacó una foto a una chica tomando el sol desnuda en su balcón aquí en el poble. No era exhibicionismo, estaba muy protegida, pero había un resquicio, y alguien con muy poca verguenza le sacó una foto dentro de su casa y la difundió vía medios sociales digitales. ¿Se pueden creer que no sólo invadieron su intimidad, sino que encima hubo mujeres que la criticaron?

¿Señoras que Critican, cuando se levantan por las mañanas y se miran al espejo,  este no les devuelve una mirada llena de envidia y rencor?

Hay personas, no hombres, que son crueles, sádicas, malas personas en resumen. Esa gente para poder coexistir con su maldad se inventa una serie de términos insultantes, ¿machistas? para poder excusarse detrás de ellos:

– «Se lo merecía»

– «Iba provocando»

– «Es mía»

Y a partir de ahí trabajan en la destrucción de esa persona, su pareja normalmente. En la destrucción de una vida.

Toda esas personas que apoyan a estos criminales, incluidas todas esas mujeres que defienden una moralina inexistente, son tan culpables como el mismo maltratador.

Así que la próxima vez, mujeres, antes de criticar a la niña que va muy corta o a la que toma el sol  en su casa desnuda, o a la que cambia de pareja sucesivamente, pensar qué clase de actitudes estáis provocando y excusando. Pensarlo detenidamente antes de emitir un juicio, digno de aparecer en La Regenta.

Resumiendo, el machismo en las mujeres duele mucho más. Y si no empezamos cambiando nosotras, no podemos pretender que cambien los demás.