Una no quiere hacer siempre columnas quejándose de cómo va el centro en Alcoi. Pero no puedes evitarlo, y no porque no haya cosas buenas. Sino porque las malas las sobrepasan y sobre todo, se alargan en el tiempo. No varían. No hay soluciones.

Por ejemplo, seguimos teniendo en el centro el problema de la gente que nos invade los fines de semana para asistir a eventos/bodas/filas y que vienen todos en su coche. Son personas que asisten a un evento lúdico donde el alcohol está presente desde primera hora hasta la madrugada. Y son las mismas personas, que aparcan mal impidiendo a los vecinos sacar sus coches, las mismas personas que mean/vomitan por las calles, las mismas personas que de madrugada se van borrachas conduciendo. Y No Problem.

Efectivamente no hay problema para ellos,  pero sí para los residentes habituales, que a pesar de las quejas y de las denuncias, ven que pasa el tiempo y todo sigue igual. Aunque por fin funcione el reloj del campanario de la iglesia. Muy a su pesar, porque ese reloj sabe como yo, que en determinadas cosas Alcoi es inmutable.

Hay una corriente que quiere dinamizar el centro de Alcoi. Sé que algunos políticos lo dicen sinceramente y que llevan años intentando y proponiendo ideas y planes para lograrlo. Y sus ideas nunca afianzan: normativas, funcionarios ineptos, leyes retrógradas… etc.  O eso les dicen otros compañeros políticos. La culpa nunca es de ellos, es de el funcionario inepto, es de la normativa de hace mil años, es de sus asesores valencianos que llevan años estudiando nuevas normativas.

Yo creo, ya en plan conspiranoica,  que hay personitas, en altos cargos,  que no quieren que el centro evolucione. No sé qué intereses les mueven, probablemente monetarios, ¡poderoso caballero es don dinero! Pero lo cierto es que en otros pueblos/ciudades se cambian las leyes, se modifican las normativas y sus centros relucen: hay comercios, hay tiendas, hay gente paseando ¡Son cascos históricos vivos!

Aquí no. Alcoi es propietaria de un centro moribundo. Y se está preparando para darle la extremaunción.

El otro día hablaba con dos amigas y propietarias de negocio. Dos autónomas sufridoras que se quejaban de las pocas ayudas que recibían de este ayuntamiento que dice defender el comercio. Al revés, anunciaban su propia muerte  como empresarias, ya que les piden que apliquen normativas desfasadas con un coste de miles de euros cuando apenas llegan a final de mes.  Normativas y leyes que no benefician, que no se justifican, que no nada, excepto en el ánimo recaudatorio de la multa.

Señores políticos, sobre todo los que miran por los negocios/comercios ¿tan difícil es coger una ciudad como ejemplo y copiar una idea o gestión que haya funcionado? ¿Tan difícil es hacer lo que han hecho cientos de ciudades españolas para potenciar su casco histórico?

¿Por qué para Alcoy es tan difícil algo, que para el resto de ciudades españolas ha resultado más o menos fácil? ¿Qué intereses ocultos propician que en el último año haya más que nunca delincuencia en el centro? ¿por qué cuando los niños salen del cole no hay un guardia de tráfico y sí miles de coches que se saltan los máximos de velocidad en la Plaza de España? ¿no les parece raro que siempre sean los mismos delincuentes los que roban, acosan y te impiden elegir ciertas rutas por miedo? ¿no les parece raro que acosen a los pequeños negocios con normativas y multas para impedirles avanzar? ¿no les parece raro que no se vea una policía de barrio nunca? ¿no les parece raro, que en vez de avanzar, cada día el centro se deteriore más? ¿no les parece raro que en el Partidor haya un edificio a medio derruir desde hace casi un año, con el peligro que eso entraña para los habitantes del barrio? Y así, ad infinitum.

Enfins, reflexionemos todos sobre estas preguntas,  porque como dice la niña del face: ‘El centro se va a la mierda, Marí’.