Una de las razones por las cuales sesenta personas, de la sociedad civil de este territorio, nos hemos asociado ya en LHIA (Asociación pro Legado Histórico Industrial de Alcoy y su Entorno) es por trabajar para revertir la constatación del pesimismo generalizado, cuando no derrotismo, que invade a gran parte de la opinión económica de la calle alcoyana. Y por impulsar y promover proyectos realistas que demuestren lo contrario.
Opinión negativa que no compartimos muchos y que coincide con la que nos expresan personas foráneas, que nos conocen desde hace tiempo y que, por ello, nos quieren. Y que, cuando visitan la Ciudad, después de varios años de ausencia de la misma, constatan, sin prejuicios, que la población sigue viva y dinámica. Y se asombran de los importantes cambios urbanísticos acontecidos en ella. Es cierto que no vivimos el esplendor ni el derroche que se manifestaban en otros períodos de nuestra historia, pero sólo hay que haber presenciado la alegría en las calles en las pasadas Fiestas y la masiva asistencia a los diferentes eventos lúdicos, culturales y deportivos que todas las semanas acontecen en Alcoy, para comprobar que ésta sigue siendo una ciudad dinámica y alegre.
Empecemos por admitir que esta época no coincide con otras etapas de mayor optimismo y mejores perspectivas económicas. Vale. Pero, en términos absolutos, cada alcoyano goza del nivel de renta más alto de toda su historia, y, en términos relativos, de acuerdo con los datos recién publicados por el INE[1] (junio 2017) correspondientes al año 2014, la renta media per cápita en la ciudad de Alcoy alcanzó los 22.770 €, siendo la segunda de la provincia de Alicante; sólo detrás de la propia Alicante capital y por encima de ciudades tan relevantes como Elx, Benidorm ó Gandía. Ciudades que, por cierto, gozan injustamente de tener una mejor ‘fama económica’ que la nuestra. Para ese mismo año, el INE indica que la renta neta media per cápita, a nivel de toda España, es de 18.029 €, un 26 % inferior a la alcoyana. Por lo tanto, de hundidos, nada. Ni en términos absolutos ni en términos relativos. Y eso que son datos referidos a un ejercicio, 2014, en el cual los efectos negativos de la última crisis, iniciada en el 2008, siguen siendo muy importantes.
Se preguntará más de uno: ¿cómo pueden ser ciertos estos datos? La explicación la podemos encontrar en las propias estadísticas del INE para el 2014. En contra de la opinión generalizada de que hemos perdido nuestro carácter intrínsecamente industrial, Alcoy sigue siendo, objetivamente, una de las primeras ciudades industriales de toda España. Considerando el % de la población activa empleada en el sector industrial, la ciudad de Alcoy con su 20,1 % de empleo industrial, pero, sobre todo el AUF[2] de Alcoy, con su 24,1 %, es la segunda AUF industrial de España, sólo precedida por la AUF de Avilés (28,6 % de empleo industrial) y por delante de la AUF de Burgos (22,9 % de su población activa dedicada a la industria).
A este nuestro carácter industrial hay que añadir otro dato objetivo: los salarios del sector industrial son significativamente superiores a los del sector servicios. En media nacional, para el año 2014, y siempre con datos del INE, un empleado en la industria percibió un salario un 30 % superior al del empleado en servicios. En consecuencia, un alto empleo industrial, unido a unos mejores salarios relativos pagados, justifican las mayores rentas netas percibidas para los habitantes de estos territorios. Teniendo en cuenta, además, que estos datos incluyen a los parados.
Pero está claro que, en el marco del Estado, Alcoy ya hace tiempo que dejó de estar en el ‘top ten’ de las mejores ciudades de España. No hemos ido a menos en términos absolutos, pero sí en términos relativos. Es decir, cuando nos comparamos con otras ciudades, estamos muy lejos de alcanzar los 73.014 € de Pozuelo de Alarcón, los 57.623 € de Majadahonda, o los 53.767 € de San Cugat del Vallès, por citar las tres ciudades más ricas de España.
Analizar las causas de este descenso en el ranking nacional, pero, sobre todo, buscar soluciones para poder escalar posiciones que nos garanticen un futuro mejor, son metas que nos hemos propuesto en la nueva Asociación LHIA. Desde aquí invitamos a todas las personas sensibilizadas en el tema a unirse a nuestro proyecto. Como le indiqué a Carles Figuerola cuando me entrevistó recientemente: si no empezamos por creer nosotros mismos en nuestro futuro, no tendremos futuro. Ya que, lo único imposible es aquello que no se intenta. En eso estamos.
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Enrique Masiá es Presidente de la Asociación Legado Histórico Industrial de Alcoy y su Entorno. https://legadoalcoy.wordpress.com/
[1] INE: Instituto Nacional de Estadística de España. www.ine.es
[2] AUF = Área Urbana Funcional. Según el Proyecto Urban Audit, de la UE, un Área Urbana Funcional (AUF) es una agrupación de municipios en torno a una ciudad, vinculados con ella por razones laborales. Denominado en inglés Functional Urban Area, se refieren así a las principales ciudades europeas y sus áreas de influencia. (‘Alcoy y su Entorno’).
