De los mismos autores del aclamado film “El PSOE puso las bombas del 11-M para que ganara Zapatero”, llega a sus pantallas “La derecha enloquecida”. Se trata de una superproducción bélica en cuyo reparto participan grandes estrellas del conservadurismo patrio. Periodistas, ideólogos, tertulianos y políticos con mando en plaza le pondrán al espectador el corazón en un puño en esta película en la que un grupo de heroicos hombretones de pelo en pecho salva a España del terror rojo.
El argumento es apasionante. Una banda de peligrosos socialcomunistas secuestra a todo un país, aprovechando la llegada de una pandemia mundial. Se trata de gente fanática y sin entrañas, capaz de dejar morir a miles de compatriotas y de arruinar la economía nacional con tal de lograr sus siniestros objetivos. Los guionistas de esta peli de acción desarrollan con brillantez un relato estremecedor: poco a poco, mientras crecen las listas de muertos y de parados, España se irá transformando en una república bolivariana y una buena mañana, nos encontraremos con que nuestro presidente de Gobierno es un comandante con acento caribeño, vestido con un uniforme verde oliva y tocado con una amenazante boina con una estrella roja. Frente a estas hordas colectivizadoras y asesinas, se levanta un comando de aguerridos patriotas, formado por dos locutores de radio tronados, un par de columnistas kamikazes y una selección de los diputados más bocazas del PP y Vox. No les destriparé el final de esta historia; por que en estas cosas conviene mantener la emoción.
Como los sectores más rancios de la derecha española siempre se han pirrado por el olor del napalm por la mañana, esta película no ahorra las situaciones dramáticas, los espectaculares efectos especiales y los momentos sangrientos. El hecho de que España esté gobernada por un gobierno democráticamente elegido, no arredra a estos imaginativos guionistas, que convierten el derrocamiento de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en una cruzada moral absolutamente justificada. No se escatiman medios para subvertir el orden constitucional: legiones de trolls perfectamente organizados difunden las peores mentiras por internet y por los medios de comunicación amigos, se abandona hasta el más mínimo resto de lealtad institucional y se vierten toneladas y toneladas de miedo sobre la ciudadanía, en un intento descarado de conseguir un estado de conmoción general que haga aceptable lo inaceptable.
NOTA FINAL. Los primeros visionados de “La derecha enloquecida” están teniendo efectos inesperados en el patio de butacas. Conozco tipos que consideran a Pedro Sánchez como el presidente más incompetente de nuestra democracia y que creen que está pilotando la crisis del coronavirus con el culo. A pesar de eso y por extraño que parezca, esos mismos tipos expresan su total apoyo al dirigente socialista y consideran que su continuidad en el cargo es el único camino viable para que España salga de esta crisis de una forma más o menos civilizada. Esta contradicción tiene una explicación muy sencilla: a la derecha española se la ha vuelto a ir la mano con la épica, ha sobreactuado de forma lamentable y de tanto profetizar el Apocalipsis han acabado convirtiéndose ellos mismos en la personificación del Apocalipsis. Dicho en plata: esta gente asusta y lo último que necesita este país es una ración suplementaria de pánico.