La semana empieza con incendios forestales y con el justificado temor de que éste será un verano duro para nuestros montes. La polémica política llega de la mano de las denuncias sobre contrataciones de abogados en el Ayuntamiento. El Ministerio de Fomento hace su enésimo anuncio de una reunión para solucionar de forma definitiva el problema del tren Alcoy-Xàtiva.

Experiencia festera

Extraña peregrinación. Apenas transcurrida una semana desde el final de las Fiestas de Alcoy, centenares de alcoyanos se dirigen a Muro para disfrutar de sus Entradas de Moros y Cristianos. Calor y cercanía en unos desfiles que ofrecen otra visión de la Fiesta en la que la complicidad entre festeros y público llega a unos extremos increíbles. Escuchar una atronadora marcha mora en las estrechas callejas de casco antiguo murero es una experiencia festera irrepetible, absolutamente obligatoria para los buenos aficionados a este tipo de celebraciones.

Crisis de confianza

Nos gusta ser agoreros y más si la cosa pinta mal. Es imposible dar una patada por la calle sin que te venga alguien anunciándote en rigurosa exclusiva que este verano será un verano terrible de incendios forestales, un verano de helicópteros sobrevolando nuestras cabezas y de humaredas en la sierra encogiéndonos el corazón. Los temores están más que justificados: falta de lluvias, montes secos y una administración autonómica irresponsable, que ha recortado por razones económicas las inversiones en prevención y limpieza. Hay una crisis total de confianza en la capacidad de reacción del actual Consell. Viendo las continuadas cagadas de este gobierno autonómico en otras áreas de gestión (como la educación, la sanidad o los servicios sociales), el personal prevé que este ataque agudo de incompetencia acabe reflejándose también en la lucha contra el fuego y dejándonos un paisaje de bosques renegridos. De momento, el asunto no puede empezar peor: cuatro incendios en un solo fin de semana.

Comparando que es gerundio

Resulta inevitable hacer comparaciones. Por un lado, tenemos la defensa férrea que se está haciendo desde el gobierno municipal en torno a las denuncias sobre la gestión de la edil Lorena Zamorano y por el otro, el recuerdo de la fulminante defenestración a la que fue sometida la concejala del Bloc Anna Serrano. Resulta inevitable hablar de diferentes niveles de exigencia ante dos historias con argumentos muy parecidos, pero con finales muy distintos. La contratación por parte del Ayuntamiento de un despacho de abogados en el que trabaja la edil de Relaciones Jurídicas puede ser absolutamente legal, pero queda puñeteramente fea en unos tiempos en los que políticos deben medir al milímetro las apariencias. Cada día se pone más difícil la reedición de un nuevo pacto de izquierdas tras las próximas elecciones municipales. Las distancias entre los nacionalistas y el dúo PSOE/EU se agigantan por momentos y sólo una orden recibida desde Valencia sería capaz de derribar este muro de odios y de suspicacias, construido piedra a piedra por unos partidos a los que los alcoyanos les pidieron que se entendieran.

Increíble

Estupor. Ante noticias como ésta, uno no sabe si alegrarse o cabrearse: el Gobierno anuncia que en el mes de junio celebrará una reunión con la Generalitat para decidir el futuro del tren Alcoy-Xàtiva. Nadie parece recordar que la administración central y la autonómica firmaron en 2008 un convenio “definitivo”, en el que se comprometían a invertir 60 millones de euros en mejoras de la línea antes de su cesión a la Generalitat. Nadie parece recordar que las dos partes contratantes de aquel protocolo (presentado a bombo y platillo por un ministro de Fomento y por un presidente autonómico) se pasaron por el forro sus compromisos y dejaron al tren en la misma situación tercermundista y asquerosa de siempre. Moraleja: ¿queda alguien capaz de creerse a esta gente?, ¿existe todavía algún ingenuo que se ilusione con los discursos ferroviarios de estos personajes? y ¿por qué en vez de celebrar tantas reuniones no se limitan a cumplir sus propios acuerdos institucionales para potenciar el servicio?.

El espanto azul

Para confirmar el escasísimo interés con que los partidos se han tomado por estas elecciones europeas, basta con echarles una mirada a los carteles que adornan nuestras calles. Empezando por el espanto azul del PP, con un Arias Cañete presentado como una de esas figuras estroboscópicas que se miran fijamente con los ojos entornados durante un minuto y que después se pueden ver silueteadas en la pared del comedor. El PSOE ha optado por una portada del Hola para Elena Valenciano; eso sí, cargadita de photoshop hasta extremos que rozan el ridículo. Compromís y EU, con menos dinero para despliegues gráficos, han tomado una solución drástica: recuperar formatos más propios de las elecciones de 1978 que de estos tiempos del diseño digital. Si la cara es el espejo del alma, la cartelería electoral de estos comicios es toda una declaración de principios. Sosería y desgana.

El frente

Radio Alcoy anuncia que la falta de un informe del impacto del proyecto Alcoinnova sobre los espacios naturales protegidos por Europa puede retrasar la aprobación del ATE de La Española. La noticia surgió durante la última reunión del consejo rector de la Font Roja y anuncia el que será, sin ningún género de dudas, el principal frente de lucha judicial contra este polémico proyecto industrial. Al margen de las repetidas denuncias sobre los posibles efectos de esta obra en el acuífero del Molinar, conviene recordar que la propuesta de parque empresarial se ubica en una zona afectada por múltiples declaraciones de protección. Si el actual Consell anuncia su absoluta disposición a aplicar la manga ancha, las autoridades comunitarias suelen mostrarse mucho más sensibles en este tipo de asuntos.

Un año

Falta justo un año para las próximas elecciones municipales y sólo el PSOE parece tener claro el nombre de su cabeza de lista, que será Toni Francés. El PP es pasto de la rumorología y de la ambigüedad; aunque se daba por sentado que el candidato sería Rafa Miró, su distanciamiento de la política alcoyana ha disparado las especulaciones. En Compromis y EU se suceden las quinielas con todo tipo de teorías delirantes. Es una situación inédita para la escena política de una ciudad, que habitualmente tenía resueltos estos temas con un amplio margen de antelación. Hay quien afirma que este singular estado de cosas es el resultado de la confusión general en la que vive sumida la política alcoyana.