La semana empieza con la hazaña de un modesto ciclista, que logra derrotar al tren Alcoy-Xàtiva. Los escándalos de corrupción política entran en una fase sexual y el presidente de la Generalitat sorprende a la afición anunciando la apertura de una televisión autonómica.
La gran pregunta
Aunque nunca aparece en los periódicos ni en las emisoras de radio, hay una pregunta que se ha convertido en una pesadilla para miles de alcoyanos: ¿por qué lado se ha de circular cuando anda uno por la Vía Verde?. La respuesta a este interrogante ha dado lugar a innumerables discusiones, que han contribuido a amenizar la caminata a muchos paseantes faltos de temas de conversación. También se producen cada día momentos de gran tensión entre peatones, ciclistas y runners, cuando ninguno de los tres bandos en conflicto está dispuesto a renunciar a sus creencias personales en materia de movilidad por vías pecuarias. Aunque en la mayor parte de los casos el problema se soluciona aplicando la buena costumbre de ceder el paso, en ocasiones la disparidad de criterios nos ha colocado al borde de la tragedia. El Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto y encargar un estudio técnico/jurídico, antes de que los ánimos se encrespen y de que un domingo de estos se produzca una pelea multitudinaria. El que avisa no es traidor.
¡Folleu, folleu…que el món s’acaba!
Histórica pintada en las calles de aquella Valencia loca y efervescente de los tiempos de la Transición. Toda una premonición. El presidente extremeño Monago y otro diputado del PP tiran sus respectivas carreras políticas al retrete, gastándose una fortuna en dinero público para viajar a Canarias y disfrutar de los amores de una bella colombiana. Dicen los periódicos digitales, que la despampanante vampiresa era una especie de novia del batallón, que a sus pies hacían cola ilustrísimos dirigentes populares y que sus poderosos atractivos contribuían a incrementar de forma sustancial los índices de ocupación hotelera de las Islas Afortunadas. ¡Folleu, folleu…que el món s’acaba!. Un mundo se desmorona, el de un partido que ha convertido la corrupción política en la primera industria de este país, y sus componentes lo celebran como celebraban los emperadores la inminente caída del imperio romano: follando como mandriles en celo. Hasta nueva orden, la cama y el avión los seguimos poniendo ustedes y yo.
La bicicleta de Fulgencio
Fulgencio Sánchez coge su bicicleta y le echa una carrera al tren Alcoy-Xàtiva. Como era de esperar, el deportista sale victorioso del reto y le gana al ferrocarril con una ventaja de once minutos, a pesar de que tenía fiebre y de que se vio obligado a hacer un sinuoso recorrido por el Puerto de Albaida y la Serra Grossa. Pasan los días y no dimite nadie: ni la ministra de Fomento, ni el presidente de RENFE, ni el director general de ADIF, ni la consellera de Transportes. Definitivo: esta gente no tiene ni el más mínimo sentido de la vergüenza torera.
Crónica de una realidad
Simple y directo. Sin ningún tipo de artificio retórico. Ignacio García Vidal es un director de orquesta contestano, licenciado en Musicología y Comunicación, que nos ha hecho pensar a todos con una magnífica columna de opinión, emitida esta semana en Radio Alcoy. Nos ha hablado del destino de esos miles de treintañeros españoles, que como él se ven obligados a huir del país para ganarse las habichuelas. Nos ha contado la historia de una generación de jóvenes cargados de títulos y de ilusiones, que recorren el mundo en busca de su oportunidad. Nos ha expresado, desde el más sereno de los cabreos, su dolida versión de una tierra, que hace denodados esfuerzos por salvar a una legión de políticos corruptos, mientras obliga a sus más destacados talentos a escaparse en un avión. Simple y directo. No hacen falta adjetivos, ni metáforas rimbombantes: a veces, basta con contar la realidad.
El Guerra
Alfonso Guerra deja la política. Con él, se va un PSOE excesivo y patológicamente sectario, que ocupó con mano de hierro todas las administraciones públicas a su alcance y que abandonó el poder enfangado en los casos de corrupción. Con él, se va también un PSOE que universalizó la sanidad, que implantó la educación gratuita y que desarrolló muchos de los derechos sociales que ahora nos están arrebatando. Un personaje lleno de contradicciones, de zonas de sombra y de momentos de innegable brillantez. Se va Alfonso Guerra y el socialismo español se queda en manos de una cuadrilla de insulsos productos de marketing político; unos “minsos” profesionales especializados en no ser ni chicha ni limoná. Conclusión no política: un tipo como Alfonso Guerra, capaz de provocar violentas epidemias de malestar y de bilis entre los componentes de la derecha carpetovetónica, debía de tener alguna virtud; aunque ahora lo que se lleve sea despedazarlo y convertirlo en un despreciable dinosaurio de la casta política.
¡Banzai!
Alberto Fabra se está convirtiendo en el maestro supremo del arte de la autodestrucción. Tras provocar un escándalo internacional con el cierre de RTVV, el presidente anuncia que estudiará la posibilidad de reabrir la televisión autonómica valenciana. Estamos ante un tipo tocado por un inmenso gafe, que recibe el mismo caudal de insultos y de descalificaciones cuando decide una cosa y cuando decide la contraria. El presidente es un kamikaze de la política. La derecha valenciana está en manos de un piloto suicida, que no piensa parar de cometer “destarifos” hasta convencer al último votante del PP para que se quede en casa el día de las elecciones autonómicas. ¡Banzai!.
Cesiones y discriminaciones
“El qui és desgraciat, amb els collons entropessa”. El refrán valenciano parece especialmente diseñado para describir las nefastas relaciones entre el Ayuntamiento de Alcoy y las administraciones externas; ya sean Generalitat, Gobierno central o Diputación. Ni siquiera podemos sacar dinero de trámites habitualmente automáticos de los que se han beneficiado otras localidades vecinas sin tener que hacer grandes esfuerzos reivindicativos. El Ministerio de Fomento se niega a entregar 1,2 millones de euros como compensación por la cesión de las antiguas travesías de la Nacional 340, alegando problemas de liquidez. Con toda la razón del mundo, el gobierno municipal descarta aceptar la titularidad de estas vías urbanas en unas condiciones que suponen una clara discriminación y que además bloquean sus proyectos para mejorar los accesos a la ciudad. Así llevamos tres años y de momento, no se perfila ninguna solución.