Las promotoras de proyectos urbanísticos del PP siguen reclamándole dinero al Ayuntamiento de Alcoy, convertido en una especie de consuelo de afligidos para constructores en crisis. La ciudad se va despoblando conforme avanza el mes de agosto y se anuncia (¡Por fin!) la reparación de la calle Calderón.

De cabronadas
Si las cosas siguen así, el Ayuntamiento de Alcoy tendrá que plantearse seriamente la posibilidad de colocar la frase “damunt de cabró, a la presó” en el escudo de la ciudad. Una sentencia judicial obliga a pagarle 4 millones de euros al Grupo Ortiz por no hacer el bulevar. Una constructora de Serelles reclama 15,5 millones de euros por no hacer la urbanización y sólo falta que el promotor del malhadado hotel de la Font Roja nos exija un par de milloncejos por hacernos el favor de no arrasar el Carrascal. La herencia del PP es carísima. El gobierno municipal se defiende, pero en ningún momento pronuncia la palabra Sedano, que es sustituida por una genérica e insuficiente referencia al PP. Terminantemente prohibido tocar al ex alcalde.

Tardes de agosto
Un tipo vestido únicamente con un bañador rojo y unas viejas chanclas se pasea tambaleante por El Camí y en un momento dado se detiene, se saca la chorra y se pone a mear contra un contenedor verde. Una mujer menudita y morena está sentada en un portal del final de la calle Santo Tomás hablando sola, soltando grandes gritos y participando en surrealistas conversaciones en las que ella misma se hace y se contesta las preguntas. Tres turistas rubios quemados por las horas de playa aguantan la solanera en la Plaza de España con un folleto en la mano, buscando infructuosamente algún sitio interesante que visitar; al final,se sientan en un bar de la Plaça de Dins y matan la decepción con litros y litros de cerveza. Un tipo con un bigote a lo Hitler pasea su perro por las calles vacías y le habla a animal como si fuera su confesor. Una chica gordita comenta en voz alta las últimas tropelías de Jordi Pujol y repite para quien quiera escucharla que el ex presidente catalán era un sinvergüenza, que “ya lo decía yo hace tiempo”. Un chaval con un pantalón de chándal blanco con una raya de la bandera española sube por la calle de San Nicolás cantando rumbas y acompañándose con las palmas, su entusiasmo flamenco contrasta con la total ausencia de público. Un tipo desaliñado vestido con un incomprensible chaquetón me pega dos gritos y me pide que cruce la calle para darle un cigarro (él ni se mueve del sitio). Un hombre gordísimo duerme la siesta en un banco de la Glorieta, mientras unas niñas hacen risas, porque se ha quedado en una posición tan forzada, que deja a la vista buena parte de su enorme culo. Definitivamente, las tardes de agosto en Alcoy son muy raras.

La Vía Cotino
Juan Cotino, presidente de las Cortes Valenciana y segunda autoridad autonómica, es un hombre muy listo, un tipo inteligente capaz de sacar petróleo de las situaciones más embarazosas. Tras difundirse un sumario judicial en el que se le relaciona con graves irregularidades durante la visita del Papa a Valencia, ha tomado una decisión valiente e imaginativa: denunciar a los policías que hicieron la investigación. El derecho penal estrena la denominada Vía Cotino: los ladrones del tren de Glasgow arremeten contra Scotland Yard porque les tiene manía; los Siete Niños de Écija se querellan contra la Guardia Civil por acoso y gran Al Capone acusa al FBI de racismo, por perseguir a los honrados hombres de negocios italoamericanos. Se inicia un nuevo tiempo para la delincuencia internacional. Los valencianos seguimos siendo pioneros.

Vergüenza
Conforme van apareciendo nuevos datos sobre las tropelías de la familia Pujol, va creciendo el nivel de vergüenza profesional periodística. Empezando por los medios de comunicación catalanes y acabando con las grandes cabeceras nacionales, todos estuvieron aquejados por una extraña epidemia de ceguera. Es materialmente imposible que unos sucesos de esta gravedad, de esta persistencia en el tiempo y de esta envergadura económica se produjeran sin que nadie se enterara. Por intereses políticos o empresariales, Pujol ha tenido treinta años de bula. Por intereses políticos o empresariales, el ex honorable acaba de perder ese privilegio, mientras crece hasta convertirse en legión el número de integrantes de la Peña Yo Ya lo Sabía. Triste papelón del periodismo como instrumento de control de los excesos del poder. Por si sirve de consuelo: en este tema también la cagaron estrepitosamente todos los partidos de la oposición. Todo un país, como los tres monos del dibujo: ni ver, ni oír, ni hablar.

De primera necesidad
Han tenido que pasar 30 meses para que el Ayuntamiento de Alcoy haya podido sacar a concurso las obras de reparación de la calle Calderón. Dos años y medio con una conexión urbana importante cortada por unas lluvias torrenciales. Dos años y medio de paralización por los problemas económicos y por los líos jurídicos. Aunque las explicaciones oficiales sobre el retraso resultan creíbles, es difícil de asimilar la lentitud con la que se ha gestionado un asunto de primera necesidad. En medio de la maraña burocrática de ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos o gobiernos centrales alguien debería de haber creado algún tipo de fondo de reserva para abordar este tipo de actuaciones urgentes y vitales. No se explica tal falta de previsión.

La murga
Un estudio del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante sitúa este año a la provincia como el área poblada más seca del planeta, con unos niveles de lluvia inferiores a los de la zona del Sahel en los bordes del desierto del Sahara. Ejercicio de ficción: imagínense por un momento que en Madrid gobierna el PSOE, imagínense por otro momento que todavía existe la Televisión Valenciana, imagínense la murga que estaría dando el canal autonómico con el tema de los trasvases e imagínense a la incombustible redactora de Canal 9 de guardia perpetua en la desembocadura del Ebro y contando día a día cuantos litros de agua echa al mar el más antivalenciano de los ríos del mundo.

Apunte futbolero
El Barça funcionó mientras funcionó Xavi Hernández. La selección española funcionó mientras funcionó Xavi Hernández. El mediocentro de Terrassa se hace mayor y se lleva con él algunos de los momentos más brillantes de la historia del fútbol mundial. Anuncia su retirada de la selección y los grandes periódicos nacionales y las emisoras de radio estatales entierran la noticia debajo de un batiburrillo de informaciones sobre los conflictos en la portería del Real Madrid o sobre fichajes de última hora en otros equipos. Desventajas de haber nacido catalán. Leña al polaco, aunque juegue al fútbol como los mismísimos ángeles.