Alcoy ha sido declarada ciudad libre de conciertos de grandes estrellas musicales tras el follón del recital de Serrat y Sabina. La semana sigue con debates festeros y empieza una discusión a cinco bandas sobre las fechas de la Trilogía. El fuego nos da un susto en las laderas de Sant Antoni y el tren Alcoy-Xàtiva hace honor al adjetivo tercermundista incendiándose en la estación de Ontinyent.
Cinco trilogías distintas y un solo Dios verdadero
Si éste era el Ayuntamiento de los consensos, que venga Dios y lo vea. En el debate sobre las fechas de las Fiestas del año que viene se ha conseguido el más difícil todavía: se pueden llegar a discutir hasta cinco propuestas distintas para la celebración de la Trilogía. El gobierno del PSOE/EU ya ha anunciado la suya, el Partido Popular hace una proposición con algunos cambios sustanciales, Compromis está pendiente del resultado de una consulta entre militantes y simpatizantes para presentar su oferta, los comerciantes preparan su alternativa y la asamblea del Casal de Sant Jordi ha aprobado los días tradicionales. Tenemos todos los elementos necesarios para que se forme un follón de considerables proporciones. La capacidad de negociación ha brillado por su ausencia en un asunto, que se supone que debe ser tratado con una sensibilidad especial. ¡Viva la confusión!. No se descarta que durante los festejos de 2015 algún festero salga a la calle vestido con el traje de su filà en la mañana del Día de los Músicos, creyéndose que va a participar en la Diana y encontrándose con una ciudad en pleno horario laboral. Con este panorama, a cualquiera le puede pasar.
La imprescindible ejemplaridad
En este verano perro de temperaturas tropicales y montes resecos, una columna de humo en la zona de Sant Antoni nos pone a todos el corazón en un puño. Ruido de helicópteros, sirenas por las calles y miles de alcoyanos con los ojos puestos en la Font Roja. El despliegue de medios y la rapidez de actuación evitan la catástrofe y dejan un balance final de dos hectáreas quemadas de monte bajo y de matorral. A la vista del lugar en el que se inició el siniestro, se da por seguro el origen humano: negligencia o acto de irresponsable vandalismo. Empieza una investigación y sólo nos queda exigir que las averiguaciones no se pierdan en el mar de lentitud burocrática y de matices jurídicos en el que se pierden habitualmente. La ejemplaridad es un instrumento imprescindible en la lucha contra esta pesadilla veraniega. En este doloroso tema hay que dejar muy claro que el que la hace la paga.
Serrat, Sabina y punto
La herencia de la ruptura del tripartito es alargada y ha dejado en Alcoy su correspondiente saldo de daños colaterales. El concierto de Serrat y Sabina fue utilizado como “casus belli” para descabalgar a Compromis de la coalición de gobierno y el resultado es una ciudad en la que han sido vetadas las actuaciones de figuras musicales de primera fila. El miedo del dúo PSOE/EU a ser pillados en un renuncio o a meter la pata en la organización de uno de estos eventos, nos ha condenado a todos los alcoyanos a viajar a las localidades vecinas si queremos ver a un cantante importante. Esta situación surrealista ha sido denunciada desde el Partido Popular. Por supuesto, a nadie se le ha ocurrido pensar que es posible organizar conciertos de forma correcta y cumpliendo estrictamente todos los requisitos de la legalidad. Eso sería demasiado complicado y se ha optado por cortar de raíz el supuesto problema, aplicando el viejo lema de quien evita la tentación evita el pecado. Son unos genios.
Caben en un taxi
Enésimo susto en el descacharrante tren Alcoy-Xàtiva. Un incendio en un motor obliga a desalojar el convoy en la estación de Ontinyent. Por fortuna, no hay ningún tipo de daños personales y todo se salda con unas cuantas molestias para los sufridos viajeros (unos mártires del ferrocarril). Los reducidísimos niveles de uso de esta línea en permanente agonía también tienen su cara buena: para trasladar a los cinco pasajeros, que en esos momentos hacían el viaje Valencia-Alcoy, habría bastado con un taxi. La empresa ferroviaria envía a la zona de conflicto un microbús. Esta gente no repara en gastos. Son de lo que no hay.
El punto y final alcoyano
Satisfacción general. Fabra, el ex alcalde de Torrevieja y el rey de las basuras de la Vega Baja tendrán que pasar el mal trago de entrar en la cárcel entre un pasillo de fotógrafos. Un pequeño golpe a la política de la impunidad general, que hace que muchos alberguen esperanzas en la posibilidad de una regeneración. En Alcoy, nada de nada, ni una miserable comparecencia en el juzgado para aclarar responsabilidades en desastres como Serelles, la Rosaleda, el nuevo palacio de justicia, el Calderón o el bulevar. Alguien ha decretado la ley de punto final para los gobiernos populares alcoyanos. Se han perdido millones de euros en estas malolientes chapuzas y las vamos a pagar usted y yo. Los beneficiarios de esta amnistía encubierta, decretada por el gobierno PSOE/EU, siguen tan campantes por el mundo dándonos lecciones de ética y de moral. Esto es Alcoy; la ciudad en la que nunca pasa nada y si pasa… se le saluda.
Tema tabú
El PP critica al gobierno municipal para la forma en que se está desarrollando el proceso previo a la rehabilitación de los chalés de la Font Roja. Aunque les asiste todo el derecho del mundo para ejercer de oposición, los populares alcoyanos deberían hacer un ejercicio de autocrítica y excluir este tema de su agenda. Cada vez que abren la boca, nos recuerdan que estamos ante el partido que decidió regalarle el corazón del Carrascal a un amigacho especulador con un curriculum lleno de zonas de sombra. Aunque el parque natural se libró por los pelos (y por las movilizaciones ciudadanas) de este atentado institucional, viene bien recordar de vez en cuando el papel que cada partido jugó en aquella tensa función teatral. Sin ningún género de dudas, los populares fueron en aquella ocasión los malos (malísimos) de la película. Más les vale poner cara de paisaje y silbar una bonita melodía.
Reflexión tonta
No me gusta el tipo de Podemos. Pablo Iglesias me parece un habilísimo empaquetador de pensamiento político para llevar, un especialista en decirle a la gente lo que quiere oír y un oportunista muy inteligente, que ha tenido el acierto de estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado y con el mensaje adecuado. Sin embargo, resulta casi obligado plantearse una reflexión chapucera ajena a toda lógica: algo ha de tener de bueno este hombre cuando cabrea tanto a los fachas. Hay periódicos de derechas que se han convertido en auténticas monografías de trapos sucios del muchacho de la coleta. Las gentes de orden de toda la vida supuran un odio cerval hacia el personaje y al final, resulta inevitable cogerle un poco de cariño. Los de mi generación tenemos una extraña deformación política: cada vez que una cosa es criticada en el ABC o en la COPE, corremos rápidamente a hacerla, conscientes de que estamos ante algo divertido o interesante. Nuestro himno es aquella canción que decía “Todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral o engorda”. Nota final: empiezo a plantearme la posibilidad de votar al partido de Iglesias, aunque sólo sea para joder a esta gente tan siniestra.
Benvolgut Javier,
Molt interessant el teu article, com la majoria dels que escrius. No obstant això voldria fer una puntualització a la teua afirmació: «Por supuesto, a nadie se le ha ocurrido pensar que es posible organizar conciertos de forma correcta y cumpliendo estrictamente todos los requisitos de la legalidad.»
El concert de Serrat i Sabina es va organitzar de manera correcta i legal. Els contractes i tota la documentació del concert va passar per tots els filtres necessaris (Intervenció, Contractació) i es va aprovar en Junta de Govern (formada aleshores per regidors del PSOE, EU i Compromís). Per tant, qualsevol al·lusió a possibles irregularitats o il·legalitats s’hauria de documentar o provar per part de qui la fa. Altrament, és una afirmació interessada i partidista, pròpia sovint de qui necessita desprestigiar l’altre per a amagar les vergonyes pròpies.