Con retraso y en medio de grandes despliegues de rumorología, la Conselleria de Sanidad empieza a definir el nuevo equipo directivo del Área de Salud de Alcoy. Los empresarios piden una carreteraza a Benidorm y la opinión pública se escandaliza ante el sueldo monstruoso del director de AITEX. Halloween va ganando por goleada y se impone como una nueva tradición. A partir del viernes, todo es Fira de Cocentaina.

Moltó
Hay médicos que curan al paciente haciendo uso de su gran preparación técnica y de un exhaustivo conocimiento de su especialidad. Otros abordan el tratamiento del enfermo desde su capacidad para conectar con la persona y desde una extraña habilidad para desarrollar una corriente de empatía, que genera una inmediata reacción de confianza y de seguridad. El doctor José Manuel Moltó es un caso atípico, ya que aúna en su figura estas dos categorías tan difíciles de encontrar juntas en la medicina actual; una disciplina altamente tecnificada en la que la cualificación científica y el trato humano tienden a circular por caminos diferentes. Su nombramiento como director del Hospital Virgen de los Lirios es una buena noticia para todos. Al frente de nuestro primer centro sanitario tendremos a un brillante neurólogo, a un irreductible militante de la sanidad pública y, sobre todo, a una excelente persona. De vez en cuando y sin que sirva de precedente, los políticos aciertan con sus nombramientos.

Prioridades
Ni la mejora del tren Alcoy-Xàtiva, ni la conexión ferroviaria con Alicante o Villena, ni el ramal de la autovía para el hospital, ni un plan para rehabilitar el casco histórico, ni una iniciativa para crear nuevas áreas industriales, ni la recuperación del viejo proyecto para crear un eje de industrias y servicios alrededor de la antigua autovía Muro-Alcoy, ni siquiera una ayudita para redactar un programa marco para el desarrollo turístico de la ciudad. Llega el conseller de Economía, se reúne con los empresarios y estos le piden la reforma y la ampliación de la carretera entre Alcoy y Benidorm; una polvorienta y carísima idea del PP, que nació relacionada con sospechosos proyectos de macrourbanizaciones salvajes en El Comtat. La clase empresarial alcoyana parece tener serios problemas con la brújula que fija la dirección de las prioridades. Resucitar a estas alturas el mastodóntico plan de autovías transversales de los gobiernos de Francisco Camps es un desperdicio de los canales de comunicación abiertos con el nuevo Consell.

Defensores de la libertad
La prensa de orden inicia una ofensiva contra el alcalde de Valencia, Joan Ribó, por su decisión de retirar los símbolos religiosos de las dependencias municipales de los cementerios. Las críticas contra el primer edil valenciano hablan de un grave ataque contra la libertad religiosa y no dudan en calificar como un atentado sectario las acciones impulsadas por los gobiernos municipales de izquierdas para la laicización de la vida pública. Este tipo de polémicas siempre acaba provocándome las mismas preguntas: ¿Dónde estaban estos fervientes defensores de la libertad religiosa cuando el franquismo nos llevaba de niños a toque de pito de misa en misa, de rosario en rosario y de sermón en sermón?, ¿dónde estaban estos paladines del librepensamiento cuando los chavales de instituto nos teníamos que meter entre pecho y espalda aquellos indigestos tochos de Religión primorosamente editados por la Editorial Marfil?.

Potentado
Se mire por donde se mire, el tema es infumable. Que el director de AITEX cobre un salario anual de 285.000 euros es una ofensa a la decencia y un verdadero insulto a una ciudadanía sometida a todo tipo de apreturas y de restricciones económicas. Se puede apelar al presunto carácter privado del instituto, pero se debe recordar que el nombramiento de este bien pagado directivo fue en su día un acto estrictamente político. También conviene tener en cuenta las importantes subvenciones públicas que recibe esta institución. El conseller de Economía se escandaliza públicamente ante estas monstruosas cifras y de sus palabras cabe esperar una rápida y contundente intervención de su departamento para corregir una situación insostenible y vergonzante.

Batalla perdida
Pertenezco a ese reducidísimo grupo de personas que consideran que el Halloween es una tradición postiza, una americanada peliculera impuesta por razones exclusivamente mercantilistas. Soy consciente de que la batalla del truco o trato está perdida, ya que esta celebración se ha incorporado plenamente a nuestro calendario festivo e incluso se ve patrocinada por las concejalías de Cultura de numerosos ayuntamientos. Al paso que va el asunto, nos veo dentro de unos años devorando inmensos pavos para celebrar el Día de Acción de Gracias hasta sumergirnos totalmente en la vida y costumbres de yanquilandia. ¡Qué no falte la salsa de arándanos!.

La gracia del asunto
Una rápida encuesta callejera pone en evidencia una realidad incontestable: todos tenemos un truco para ir a la Fira de Cocentaina sin tener que soportar aglomeraciones, todos conocemos un horario mágico en el que resulta posible pasear por el certamen contestano en un ambiente idílico de paz y tranquilidad. No le hagan caso a nadie, estamos ante un espejismo, ante leyenda urbana mantenida a través de los años, que no tiene ninguna base real. Ir a la Fira es meterse en un inmenso follón de multitudes y recorrer a paso lento las hermosas calles medievales de la Villa Condal. De otra manera, el asunto perdería toda la gracia.

La hora y los chinos
El cambio de hora nos mete en el invierno por decreto ley. La autoridad competente aprovecha el desenfreno del sábado de Mig Any para propinarnos todos los años este duro golpe en los biorritmos. Alcoy se transfigura con el avance  administrativo de la noche y se pierde hasta el último resto del relajo veraniego. Siempre podría ser peor: a los matrimonios chinos el Partido Comunista les acaba de dar permiso para tener dos criaturas, tras perseguir durante décadas a las familias que osaban salirse del programa oficial del hijo único.