La semana arranca con una nueva polémica: la oportunista propuesta del PP para dedicarle la Alameda a Adolfo Suárez. Sigue con una encuesta autonómica que traslada a la Generalitat el modelo Alcoy y acaba con los previsibles informes favorables del Consell para el plan de La Española en la Canal. En un ambiente prefestero, destaca una buena noticia: la Politécnica completa su plan de ampliación del campus alcoyano.

Vayamos jubilosos

Vayamos jubilosos a un nuevo follón político absolutamente gratuito y estéril. Apenas recuperados de la inútil pirueta del referéndum festero, el PP vuelve a ponernos en órbita pidiendo que la Alameda se dedique a la memoria de Adolfo Suárez. Se llama oportunismo y es un método perfecto para conseguir presencia política sin tener que matarse a trabajar. Por supuesto, los tránsfugas de Sedano (henchidos de regeneracionismo y de espíritu centrista) apoyan la propuesta. También la UPyD, que todavía no ha llegado al salón de plenos, pero que empieza a actuar como si ya tuviera un par de concejales. No se sabe qué hará Compromis, aunque sus detractores aseguran que podría condicionar su apoyo a la propuesta popular a la inclusión de dos o tres “patums” nacionalistas en la lista del callejero alcoyano. El dúo PSOE/EU queda colocado ante una difícil disyuntiva: si aprueba la petición del PP cabreará a sus sectores más izquierdistas y si la rechaza, se verá acusado de traicionar el sacrosanto legado de la Transición. Ya estamos otra vez: páginas y páginas de periódicos, larguísimos minutos de radio y sesudos artículos de opinión sobre un tema que no va a ningún sitio.

El modelo Alcoy

Una encuesta de la cadena SER anuncia para la Comunitat Valenciana una reproducción milimétrica del modelo Alcoy. Un tripartito de izquierdas gobernaría la Generalitat tras el descenso de votos del PP, que seguiría siendo (¡Oh milagro inexplicable!) la fuerza más votada por los valencianos. Siguiendo la fórmula alcoyana, el PSOE se vería agraciado con la presidencia del gobierno autonómico a pesar de haber obtenido el peor resultado electoral de su historia. Compromis sería la segunda fuerza más votada y su papel sería clave en el nuevo Consell, que se completaría con Esquerra Unida. A partir de ahí, sólo queda pedirle al cielo que el tripartito autonómico dure un poquito más que el tripartito alcoyano. El fracasado experimento del trío Francés/Carbonell/Agulló debería servirles de algo a los dirigentes de la izquierda valenciana. La lección está muy clara: si quieren que las cosas funcionen, han de estudiar detenidamente el modus operandi de sus compañeros mártires de Alcoy y han de hacer exactamente lo contrario.

Reconocimiento

Los escasos alcoyanos que aún albergan algunas briznas de esperanza y optimismo respecto a los 14 meses que quedan de legislatura municipal, sólo tienen que leerse la larga entrevista que “El Nostre Ciutat” le ha hecho al alcalde, para ingresar de inmediato en las multitudinarias filas del pesimismo más negro. A lo largo de tres páginas de preguntas y respuestas, Toni Francés reconoce implícitamente una realidad tremenda: en estos momentos, Alcoy es una ciudad ingobernable. Una vez asumida esta triste situación, lo único que les queda a nuestros políticos es repartirse las culpas del desastre. Por supuesto, Francés responsabiliza a la oposición. La oposición, por supuesto, responsabiliza a Francés. Como decía el chiste de Franco: “Estábamos al borde del precipicio y hemos dado un paso al frente”.

Como su nombre indica

Parece una perogrullada, pero es un hecho muy significativo. La Asociación de Vecinos del Ensanche quiere un bulevar que sea un bulevar; o lo que es lo mismo, una gran vía urbana con dos carriles para el tráfico, con grandes aceras, con carril bici , con arbolitos y con zonas ajardinadas. A veces, en política, la semántica también es importante. El gobierno de Sedano intentó colarnos como bulevar un proyecto, que en realidad era algo así como el hermano tonto de la circunvalación. Aquella salvajada de infinitos y amplísimos viales para coches partía en dos un barrio y al único que beneficiaba era al Grupo Ortiz, tradicional ganador de todas las loterías urbanísticas del PP. Volvemos al punto de inicio, a aquel bulevar cuyos orígenes se remontan a la época del alcalde Sanus. La propuesta se incluirá en el Plan General de Ordenación Urbana y a partir de ahora, “sólo” queda buscar financiación para convertirla en una realidad. Casi nada.

Juegos florales

Radio Alcoy anuncia que la Generalitat ha aprobado el proyecto de La Española para la Canal con todos los informes favorables. La pregunta es ¿alguien albergaba alguna duda al respecto, alguien creía que el gobierno Fabra habría sido capaz de ponerle alguna pega a este polémico plan industrial?. Alcoy es tierra de profetas y todos teníamos muy claro que el Consell iba a convertir los trámites previos a la aprobación del plan Alcoinnova en algo parecido a unos juegos florales. La administración Fabra se ha comprometido hasta las trancas con esta iniciativa y no era cuestión de ponerse tiquismiquis con una obra que afecta a un parque natural y al acuífero del que se aprovisiona una ciudad. Tras la confirmación de esta obviedad, sólo queda esperar a ver cómo reacciona el gobierno municipal alcoyano.

El mundo al revés

Laminada la CAM por los embates del chanchullo y de la macroeconomía, uno se queda con la sensación de que la única institución pública que funciona en esta ciudad es el campus de la Universidad Politécnica. Mientras la práctica totalidad de las administraciones han congelado sus inversiones y reducen sus actuaciones a mínimos, la Politécnica completa en sólo tres años un plan de ampliación que incluye un gran pabellón deportivo, un gimnasio, un aparcamiento subterráneo y nuevas áreas para laboratorios. Nos hallamos ante una gran paradoja: mientras los alcoyanos permanecemos instalados en el pesimismo, convencidos de que Alcoy no tienen ningún futuro; una universidad valenciana nos demuestra que sigue apostando fuerte por la ciudad y mantiene un compromiso, que vivió sus momentos más espectaculares con la recuperación de los emblemáticos edificios de Ferrándiz y Carbonell. Es el mundo al revés: los de fuera parecen creer más en nosotros, que nosotros mismos.

Biorritmos

Pasa siempre que la Trilogía se atrasa por la Semana Santa. Está colocada la enramada, los operarios municipales completan el castillo y apenas faltan unos días para que se descubra el cartel. El cuerpo se pone festero y abrileño, pero algo nos dice que estamos ante una falsa alarma y que habrá que esperar unos cuantos días más. El “22,23 y 24. Sempre” está grabado en nuestros biorritmos y eso, no hay referéndum ni Consejo Económico y Social que lo remedie.