Llevamos casi un mes y medio confinados en nuestras casas sin poder salir por culpa de una pandemia que se ha llevado por delante a miles de personas en nuestro país y que sigue avanzando por el resto del mundo. El Covid-19 no tiene miramientos ni con nadie ni con nada, pero le ha salido un contrincante más fuerte que una vacuna: la Asociación de San Jorge. Un ente que, parece ser, está por encima de muchos estamentos locales, nacionales e internacionales y que no lo puede frenar ni Dios. Después de todo lo que nos está cayendo aún están dudando si se celebrarán las Fiestas de Moros y Cristianos.
Fiestas populares y de mucho más impacto económico como la Feria de Abril de Sevilla, o los San Fermines, pospondrán sus festejos para el próximo año. O, por ejemplo, las vecinas Hogueras de San Juan que ya han tomado una decisión en firme pasándolas al mes de septiembre. Otros eventos a nivel mundial como los Juegos Olímpicos o la Eurocopa de futbol también se han visto obligados a postergarlos hasta el año que viene.
El meollo de la cuestión reside en que la ASJ aún no tiene clara qué decisión tomar sin tener en cuenta a todas las personas y entidades que dependen de su dictamen. La sensación que están dando es que no quieren dar su brazo a torcer sin percatarse de todo lo que conlleva. Las filaes están a la espera para cerrar el año financiero y ver cómo salvar el próximo. La situación económica de muchas y muchos festeros no está para ir jugando a los acertijos. Ni la de los conserjes. Ni la de los hosteleros de la ciudad. Ni la de las bandas de música. Ni la de muchos otros tantos sectores que saldrán perjudicados por esta situación. Y no nos podemos dejar de lado a los artífices que hacen posibles nuestras fiestas: los artesanos y artesanas que dan el año por perdido. Todo está pendiendo de un hilo muy fino. El futuro de muchos y de muchas está en el aire y nuestra Asociación de San Jorge se reafirma en que “se debe sopesar la importancia que tienen nuestras Fiestas” (Declaraciones de su presidente a Radio Alcoy).
Señores directivos, ¿no se dan cuenta de la gravedad del asunto? Solamente tienen que decidirse, cosa que ya tendrían que haber hecho desde hace unas semanas. No pueden continuar jugando con la ilusión de la gente. Nuestras fiestas son indescriptibles, son fantásticas, suntuosas, espléndidas, pero no son más que las demás y como no tomen pronto una decisión van a hacerle un flaco favor por querer proteger demasiado a la “Nostra Festa” a la que tanto amamos los alcoyanos.
Totalmente de acuerdo. Vergonzoso que no se tome la decisión de la suspensión con la tragedia que estamos padeciendo.
Alcalde y Presidente muy mal!!
Estimados señores,
Ante la gravedad de todo lo que conocemos, me parece bien que duden, por lo menos un poco, en el Ayuntamiento y Casal. Las fiestas son muy importantes, y el gasto hecho todavía más. Mi marido lleva ahorrando ni se sabe de tiempo, y merece salir a fiestas, el pobrecito. Y de aquí allá, quién sabe. Pienso que el esfuerzo merece la pena, y que la alegría vuelva a las calles de nuestro Alcoy. Pienso que San Jorge nos proveerá, y que al final sus fiestas saldrán a la calle, aunque sea en Navidad.
Muchas gracias por atender mi carta. Estoy muy agradecida.
Esme