Nos podemos asomar a cualquier terraza de nuestro centro histórico y queda claro a primera vista que tenemos ante nosotros una escena pintoresca; edificios que se apoyan entré sí, edificios públicos emblemáticos… Pero en pocas ocasiones se puede identificar una azotea con vida.
Se propone el estudio de esta alternativa con el objetivo de promover iniciativas sostenibles, espacios de colaboración ciudadana y de recuperación de zonas olvidadas dotándolas de vida y vegetación.
Dejando de lado el gran valor estético que producen las azoteas verdes, nos encontramos a que tiene un valor para la sociedad, son procesos beneficiosos que nos ayudan a concienciarnos y a tener una mejor educación ambiental
El querer crear terrazas verdes nos abre un campo de posibilidades en el ámbito colectivo, en edificios comunitarios, pudiendo servir como un espacio intermedio entre la zona pública de la ciudad y la zona privada.
Generar azoteas sostenibles da un paso más lejos que poner maceteros con flores, pueden cultivarse micro huertos urbanos, algo positivo para la ciudad por sus efectos purificadores en el aire y su labor reduciendo los gases nocivos que se encuentra en el entorno. Por otra parte, también resulta beneficioso para el usuario de estas azoteas porque puede proporcionarle alimentos de temporada saludables.
Las azoteas verdes no sólo se quedan en cultivar, también se puede investigar la implantación de fuentes de energía limpias que minimicen el impacto ambiental que provoca la comunidad en su entorno. Más allá de generar un entorno productivo nos da la posibilidad de realizar una actividad lúdica donde relajarnos y de trabajar con la tierra, creando un pequeño ecosistema con muchos beneficios.
Personalmente me gustaría vivir en un Alcoi pionero en iniciativas de este tipo, de participación ciudadana, de estrategias colectivas, de conciencia sostenible y en general un pueblo más saludable.
Como resultado, las azoteas verdes se convierten en una alternativa real y viable para la recuperación de las terrazas en desuso de los centros urbanos. Además, a largo plazo tienen unos beneficios no sólo para la población, sino para el medio ambiente, con las mejoras de estas áreas se puede llegar a un aumento de la calidad de vida de los habitantes de nuestra ciudad.
Bibliografía