Si un viajero foráneo llega a Alcoy y escucha con cierta atención las conversaciones cotidianas de la gente, acabará llegando a la conclusión de que esta ciudad tiene una cantidad de artistas per cápita sólo comparable a la registrada por Florencia en la época de los Médicis. Los alcoyanos de sexo masculino se llaman artiste los unos a los otros con una insistencia difícil de explicar.
Estamos ante un concepto complejo, que igual vale para un roto que para un descosido. El apelativo puede ser positivo, refiriéndose a personas extrovertidas, estilosas y capaces de resolver con tranquilidad los problemas más enrevesados. También puede usarse en tono de crítica; reciben este apelativo metafórico tipos habilidosos y escurridizos conocidos por su capacidad para sortear las deudas y marcharse sin pagar de las comilonas de amigos en el bar.
Se admiten todo tipo de construcciones. La más usual se usa en el saludo; no es raro escuchar a un alcoyano dirigiéndose a un amigo con la fórmula “Bon dia, artiste¡” o “com vas artiste?”. También se utiliza para hacer una descripción de un tercero “Jordi està fet un artiste”, construcción que obliga a añadir de forma inmediata un razonamiento para justificar el apelativo: Jordi puede ser un artiste por su elegancia en el vestir, por su legendaria majestuosidad como cabo de escuadra, por su habilidad para engañar durante años a su mujer con una chica de Montaverner o por pasearse por ahí con un BMW de alta gama a pesar de que nadie lo ha visto trabajar en su vida.
Alcoy está lleno de artistes. Suelen ser personajes populares y queridos a los que se les perdona todo. Sus trastadas forman parte de la leyenda popular y cuando entran en un bar, todo el mundo les hace corro. Ser artiste es, al fin y al cabo, tener una actitud decidida y alegre ante la vida.
Hay que señalar que también se han dado casos de artistes/artistes. Bajo esta redundancia se incluye a gente que se dedica profesionalmente al mundo del arte (pintores, escultores, músicos y curators), que combinan su capacidad creativa con la habilidad para llevar una vida desahogada sin esforzarse demasiado.