Durante décadas, numerosos estudios han apuntado a la orografía alcoyana como la causa del histórico aislamiento sufrido por la ciudad. Ha llegado el momento de preguntarse si eso es cierto. ¿Son las montañas y barrancos los culpables de esta circunstancia? Probablemente no.
Recientes investigaciones apuntan que el alcoyano (no el club de futbol, sino el ‘idioma’ hablado por los nativos) podría estar detrás del problema, en caso de ser cierta la tesis que apunta que fuera de Alcoi nadie entiende a los alcoyanos. Son tantos los modismos, los diminutivos, las frases hechas y los dobles sentidos que utilizan que, en un momento dado, los oyentes foráneos dejaron de intentar entender qué es lo que querían decir los locales cuando decían algo y se limitaron a sonreír y asentir por educación. Una actitud que, a la larga, condenó a los vecinos del Serpis al ostracismo.
Tomemos por ejemplo la palabra bajoca. Término que en el ámbito lingüístico catalano- parlante hace referencia a la judía verde i plana que se utiliza en la paella. Pero que en Alcoi, en cambio, designa al fruto de color verde, rojo o amarillo de la planta conocida como pimiento.
La cosa se complica cuando se habla de bajoqueta. Un vocablo que, de Salses a Guardamar, define una variedad de judía verde que se consume con la vaina tierna pero que, en Alcoi, igual sirve para denominar a esa variante de judía como al pimiento pequeño. O no. No hay manera humana de averiguarlo, puesto que el uso abusivo del diminutivo en la ciudad impide determinar si se trata de un pimiento menudo o de uno grande tratado de manera cariñosa.
Y el asunto alcanza la categoría de sindiós lingüístico cuando descubrimos que la bajoca, con su correspondiente diminutivo bajoqueta, puede ser habitualmente utilizado por los alcoyanos tanto para designar a una persona de poco juicio (‘estar, ser o fer-se el bajoca’) como -no se sabe por qué extraña relación- al órgano sexual femenino (corre i toca’t la bajoca).
Con todo lo anteriormente expuesto cabe preguntarse: ¿Qué pensará un valenciano-parlante forastero cuando un alcoyano le invite a comer uno de los platos más típicos de la ciudad, una bajoca farcida (facida dirá el aborigen)? ¡Una sola judía como plato principal! ¡Qué rácanos! ¿Cómo reaccionará cuando le expliquen que dentro de esas escasas dimensiones de 9 mm. de largo por x 0’5 de ancho hay embutidos 50 gramos de arroz bomba, 62 de lomo de cerdo, medio tomate, aceite de oliva virgen, un diente de ajo, ramitas de perejil, algunas hebras de azafrán, pimienta y sal? ¿Creerá que se nos va la olla?
Por no hablar del trastorno que sufrirá cuando acompañe al oriundo al mercado a comprar los ingredientes y oiga a la verdulera decirle a un cliente que se está excediendo en el palpo de unos pimientos: ‘Ei bonico, para de tocar-me la bajoca?. ¿Qué pasará por su cabeza entonces? ¿Y si utiliza el plural? (‘Vols fer el favor de deixar de sobar-me les bajoquetes?) ¿Qué sucederá? ¿Es ilógico pensar que el visitante pueda estremecerse ante la posibilidad de que la dependienta tenga múltiples vaginas? Y si ésta, en un intento de calmar un poco los ánimos, añadiera: poc a poc que tinc la bajoca al foc, ¿confundiría el foráneo esta llamada a la calma con furor uterino?
No es descabellado pensar que ante tamaño maremágnum semántico el sujeto en cuestión saldrá corriendo por piernas y no parará hasta que rebase la línea del término municipal, al tiempo que llega a las siguientes conclusiones: a) los alcoyanos son raros de cojones y b) cuan inteligentes deben ser las verduleras alcoyanas para moverse como Pedro por su casa en ese complejo universo de bajoques, bajoquetes i bajoquins.
MOLT BO. Jjjjjj…
Bonissim , apart de riure com una bleda o pot ser una bajoca jajaja. M’agradat molt els catalans dient bajoca o mongeta tendra
Del tema del cocotet i pastisset ni se’n parle jajajajaja!!! Em vaig quedar flipada, depen de si es dolç o salat no de la forma d'»empanadilla» al que arreu de la Comunitat nomenem «pastisset» Visca la fil.lologia alcoiana!!