Cada vez que a un alcoyano se le presenta un grave problema digestivo y se ve obligado a echar la pota, se enfrenta al mismo dilema semántico: no sabe si bossar o arrojar. Los dos verbos sirven aquí para definir la acción de expulsar por la boca de forma violenta cosas asquerosas procedentes del estómago y de otros rincones más ocultos del cuerpo humano. En el resto del mundo, la gente lo tiene más fácil: vomitan y punto pelota.
Habría que hacer un profundo trabajo de campo para averiguar los matices que separan el uso de estas dos expresiones verbales. Aunque la lingüística no es una ciencia exacta, a base de observación, este diccionario ha podido averiguar que la fórmula arrojar se utiliza en un tono más bondadoso y empático con el arrojante. Las madres acuden a la consulta del médico y le plantean situaciones como ésta: “el niño se comió de cena doce coquetes fregides con espinacas y se bebió entera una botella de fanta de naranja de litro y se ha tirado toda la noche arrojando…el pobret”. También es un término que se utilizaba mucho hace unos años en los viajes; cuando no existían las autovías, en los coches familiares se escuchaban frases del estilo “Manolo, para cuando lleguemos al final del puerto de Salem, que la abuela y los niños están a punto de arrojar”.
El concepto bossar tiene una evidente carga negativa, ya que su uso supone que la víctima del malestar estomacal es el principal culpable de su penosa situación. No es extraño encontrar en Alcoy a pacientes esposas que se quejan públicamente de su marido en términos claramente descalificativos “el sinvergüenza, se tiró toda la noche bossando en el wáter después de irse de cena de empresa con los amigotes…y yo ahí, toda cabreada dándole al mocho para quitar la ampastrà”. El verbo bossar tiene una profunda carga despectiva y se usa en un claro tono de condena “la otra noche, cuando se habían acabado les entraetes, vi a Fulanito bossando en un portal de la calle Santa Rita, siempre te dije que era un bala perdida”.
Hay que subrayar un dato importante: tanto bossar como arrojar son verbos que se utilizan cuando la expulsión violenta de materiales se hace a través de la boca. Cuando el orificio de salida es otro, los términos gramaticales son mucho más guarros. Ustedes ya me entienden.